IU afirma que el 'caso Zamora' implica a Aznar "como gobernante" y como presidente del PP

Izquierda Unida arremetió ayer directa mente contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, al que el diputado Julián Fernández Sánchez acusó de que "ante la sociedad española, las denuncias sobre la trama de comisiones ilícitas" en Zamora le implican "como gobernante", y al PP como partido "del cual es máximo responsable". Aznar contestó con un "sencillamente no" a la pregunta de si había recibido comisiones para el Partido Popular, y luego, como viene siendo habitual cada miércoles en el Congreso de los Diputados, el hemiciclo vivió un revuelo al hilo de la protesta del PSOE porque José María Aznar no contestaba dos preguntas que le habían formulado.

La tarde se inició con tintes más serios. El diputado Fernández Sánchez consideró poco convincente el "sencillamente no" de Aznar sobre su supuesta implicación en cobro de comisiones ilegales para el PP y el diputado de IU le recordó que "son los militantes del Partido Popular los que están denunciando con más claridad y rotundidad el trasiego de sobres y maletines que van de manos de constructores a manos de miembros de su partido".La réplica continuó en tono personal por parte de Izquierda Unida, ya que Fernández Sánchez recordó a Aznar que es el presidente de la Diputación de Zamora quien acusa al PP de cobros ilegales "y también presuntos implicados de haberle entregado a usted dinero personalmente que después ha nombrado asesores suyos". "Cada día que pasa usted y su partido pueden hablar mucho menos de ética y de decencia política", dijo.

Aznar no perdió la calma, pero al contestar por segunda vez al diputado de IU introdujo una doctrina que chirriaba con las exigencias que el PP mantuvo en la última legislatura, mientras estaba en la oposición. Aznar afirmó: "No voy a valorar ni he valorado públicamente en absoluto hechos o circunstancias que puedan estar sujetas a investigación. No lo he hecho públicamente". El presidente del Gobierno aseguró que si se han producido situaciones "que necesiten ser corregidas, así se corregirán", y acabó proclamando su orgullo por presidir un partido "que no solamente quiere ser honrado sino que practica la honradez".

Pero Izquierda Unida cerró la tarde con la última pregunta de control al Gobierno dirigida al vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, por la diputada Presentación Urán que quería saber si el Gobierno mantiene el discurso de la pasada legislatura respecto a la asunción de responsabilidades políticas por parte de personas relacionadas con casos de corrupción.

Álvarez Cascos contestó rotundamente que sí, pero la diputada Urán le aseguró que faltaba a la verdad y expuso que se ha nombrado como nuevo director general de Radio Televisión Española a Fernando López-Amor, condenado por una falta de abuso de autoridad; que en Baleares el presidente del grupo parlamentario popular, Gabriel Cañellas, no ha dimitido como diputado tras abrírsele juicio oral por presunta corrupción, y que, también en aquellas islas, el Gobierno ha nombrado director provincial de Industria a un condenado por estafa a la Administración. El vicepresidente primero del Gobierno replicó que no admitía "lecciones de legitimidad" desde Izquierda Unida para hablar de comportamientos políticos porque al ex alcalde de Córdoba Herminio Trigo lo mantuvieron después de ser condenado, y expuso una larga teoría sobre la asunción de responsabilidades políticas en la que explicó que es necesario atender la credibilidad de los denunciantes. Lo que Álvarez Cascos no explicó es a quién corresponde valorar esa credibilidad.