Los albaneses piden que la OTAN o la ONU les salven del caos
Albania necesita urgentemente el despliegue de una fuerza policial internacional,según el mediador europeo Franz Vranitzky, que ayer se entrevistó a bordo de un barco italiano con el nuevo primer ministro albanés, Bashkim Fino, y con una delegación de los rebeldes de Valona.Le dan la razón los albaneses, que imploran esa intervención: "Esperamos a la OTAN y a los soldados de la ONU como a Dios", decía ayer un hombre en el puerto de Durres. El caos y las armas son ahora los auténticos dueños de Albania. Los extranjeros evacuados y los soldados que les protegían fueron ayer tiroteados.
El Gobierno ha perdido por completo el timón de los acontecimientos, por más que el presidente Berisha anuncie que no va a dimitir. Tirana vivió ayer una nueva jornada de miedo bajo el fuego incesante de armas automáticas que acabaron con la vida de 11 personas. Los heridos se contaban por decenas.Estados Unidos montó en la capital una espectacular operación de rescate de sus ciudadanos por helicóptero, que hubo de suspender a mediodía, tras ser disparado un misil contra uno de los aparatos. También hubo disparos de armas cortas contra otros helicópteros. Los soldados alemanes que protegían uno de ellos respondieron.
Los albaneses que intentan abandonar el país se dirigen al puerto de Durres, de donde ningún barco zarpó ayer hacia Italia.
Falta el pan, y los albaneses acaparan toda la comida que pueden ante el caos callejero
La anarquía revistió de nuevo en Tirana, por segundo día consecutivo, la forma de saqueos de establecimientos, nutridos tiroteos en los barrios y contra edificios oficiales y exhibición de bandas armadas circulando a toda velocidad e impunemente por la ciudad. No hay pan y la gente sigue acaparando todo lo que puede en las escasas tiendas que abren algunas horas. Fuerzas leales al Gobierno intentaron sin conseguirlo restablecer algún control sobre la capital albanesa.Los carros de combate que tomaron posiciones de madrugada junto al palacio presidencial se retiraron ayer por la mañana de la avenida principal de Tirana. A medida que caía la noche, los tiroteos se hacían más espesos y continuos. Tras una oleada (le rumores que anunciaban su huida del país junto con su familia y allegados, el presidente Sali Berisha afirmó por la tarde que no tiene intención de abandonar Albania. Berisha descartó también que vaya a dimitir.
En una pretendida exhibición de fuerza de la policía, que había establecido controles simbólicos, un convoy de blindados acompañado de coches desde los que se disparaba al aire atravesó lentamente a mediodía el centro de la ciudad, singularmente vacía y con todos sus establecimientos cerrados. El Gobierno interino multipartidista anunció una subida de sueldo a la policía para intentar obtener alguna cooperación de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el absoluto vacío de autoridad. El jefe de la policía secreta, la siniestra Shik, Bashkim Gazidede, presentó ayer su dimisión según anunció el primer ministro, Bashkini Fino. Su relevo había sido una de las principales peticiones de los rebeldes. Fino indicó que el Gobierno ha asumido la dirección de la Shik.
En Shkoder, la más importante ciudad del norte y la última en incorporarse a la revuelta civil armada albanesa, fueron saqueados y quemados dos bancos, y con ellos las viviendas de las plantas superiores. Los asaltos a armerias se suceden y los heridos en tiroteos sin propósito llegaron ayer a la decena. Por contraste, en las localidades sublevadas del sur -Valona, Saranda, Gjirokaster- la situación era más tranquila. El aeropuerto de Tirana permaneció cerrado por segundo día y Serbia y Macedonia bloquearon sus pasos fronterizos con Albania. Familias albanesas con algún ahorro están buscando refugio en los dos hoteles donde se reparten los periodistas internacionales, entre los que han comenzado a aparecer los chalecos antibalas de rigor en Bosnia.El Gobierno de coalición y el presidente Berisha, cuya familia -así como la de otros políticos- ha sido enviada a, Italia, admitieron el jueves que no controlan el país y solicitaron ayuda internacional armada, que la OTAN se ha apresurado a denegar. Fino, socialista, que fue transportado a su cita con Vranitzky en aguas de Durres por helicópteros de la Marina italiana, transmitió personalmente esta petición al ex canciller austriaco, junto con sus temores de que la anarquía y los desórdenes actuales -cuya chispa saltó en enero con el desplome de sociedades fraudulentas de ahorro- acaben en un enfrentamiento civil. El ex coronel Xevat Koçio, uno de los cabecillas de la revuelta en el sur, califico de "positiva" su reunión con Vranitsky. Al parecer, los rebeldes se pusieron de acuerdo para redactar un manifiesto y entregarlo al representante de la OSCE, en el que piden ante todo la dimisión de Berisha e indican que no quieren abandonar Albania.
El político austriaco, mediador en nombre del máximo foro europeo de seguridad, la OSCE, anunció que pedirá a los países occidentales que consideren la posibilidad de una ayuda armada, en forma de policía internacional. La Alianza Atlántica descartó ayer nuevamente una eventual intervención en Albania.
El primer ministro confirmó que el líder socialista Fatos Nano se encuentra en libertad, tras fugarse todos lo! prisioneros del penal de Burrel, en Tirana. Nano fue encarcelado en 1992 por fraude.
Mientras, el despliegue militar organizado por EE UU para evacuar desde Tirana a sus ciudadanos en Albania fue suspendido a mediodía, después de que fueran tiroteados sin consecuencias dos helicópteros de ataque Cobra que protegían a muy baja altura la operación. En instala ciones de los diplomáticos estadounidenses en Tirana comenzaron a aterrizar desde primera hora de la mañana, y en un ambiente de guerra, grandes helicópteros de transporte Chinook, para trasladar a barcos de la VI Flota en el Adriático a centenares de personas.
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