El fraude por contrabando en la UE ronda los 2,25 billones anuales

"El mercado único ha sido un gran éxito para los negocios, pero ninguna empresa ha ganado tanto como el crimen". Así resumió ayer el eurodiputado británico Edward Kellet-Bowman el creciente aumento de las actividades de contrabando en la Unión Europa, al amparo de la caída de los controles fronterizos de mercancías con la implantación del mercado interior el 1 de enero de 1993.Kellet-Bowinan tiene cierta autoridad en la materia. Ha sido el ponente de la comisión de in vestigación del Parlamento Europeo que ha puesto esta cuestión sobre el tapete. El presidente de la comisión, el también británico John Tomlinson, estimó que las haciendas públicas pueden perder en un año hasta 10.000 millones de libras esterlinas (2,25 billones de pesetas) con la venta en el mercado de negro de mercancías de contrabando.

El principal negocio ilícito es el tabaco, un negocio que provoca pérdidas estimadas en torno a los 825.000 millones anuales a los Estados miembros, principalmente España Italia, pero de modo creciente también Austria y Alemania. A las pérdidas no parecen ajenos los grandes fabricantes, entre los que se cita a las norteamericanas Phillip Morris y Reynolds. "Las cajetillas de contrabando llegan a España etiquetadas en español y a Italia en italiano", recordó Tomlison.

El principal foco de fraude es el puerto de Amberes (Países Bajos), donde se almacenan cantidades ingentes de tabaco que luego se distribuye de forma clandestina por tres vías principales, por barco hacia España y por avión y camiones hacia los países de Europa del Este, para volver luego a la UE a través de miles de pequeños transportes clandestinos.

Este tráfico afecta principalmente a Galicia y Andalucía. La investigación estima que el tabaco de contrabando tiene una cuota de mercado del 15% en España y Austria, del 11,5% en Italia, del 10% en Alemania, entre el 5% y el 10% en Holanda y el 8% en Grecia.