China provoca un insólito enfrentamiento entre el FBI y la Casa Blanca
Una insólita polémica entre la Casa Blanca y el FBI enrarece aún más el último aspecto del. escándalo de la financiación de la campaña electoral de Bill Clinton: el presunto interés de China en comprar influencia en, Washington mediante donaciones a los recaudadores del Partido Demócrata. Ante el asombro de la opinión pública, la Casa Blanca y el FBI se han enzarzado en una batalla de desmentidos recíprocos, poco favorable a la credibilidad de una y otra institución..Por tres veces consecutivas -dos a través de su portavoz, Mike McCurry, y una en boca del propio Clinton-, la Casa Blanca negó el lunes que el presidente o sus más directos colaboradores hubieran sido puestos al corriente de las sospechas del FBI sobre el interés de China en alimentar las arcas de la campaña de los demócratas para las elecciones de 1996.
En una primera comparecencia, McCurry declaró que la presidencia acababa de enterarse de que, en junio de 1996, agentes del FBI comunicaron sus sospechas a dos miembros del Consejo Nacional de Seguridad, un organismo de la Casa Blanca, pero les pidieron que no las transmitieran a sus superiores. Poco después, Clinton aseguró que nadie le informó de las inquietudes del FBI. "Creo que debería haberlo sabido, pero no lo supe", declaró.
Entonces, en una iniciativa sin precedentes en la vida norteamericana, el FBI desmintió a la Casa Blanca y aseguró que sus agentes no pidieron a los dos miembros del Consejo Nacional de Seguridad que no hicieran circular la información sobre China. Pero McCurry convocó de nuevo a los periodistas para calificar de "error" el comunicado del FBl.
La popularidad, del presidente comienza a sufrir una erosión -según The New York Times, ha pasado del 63% al 56%- según The Washington Post, del 60% al 55%-, pero ésta es pequeña en relación a la cantidad de informaciones de las últimas semanas, que van desde el uso de la Casa Blanca para recompensar, a donantes hasta la posible implicación de China. A Clinton le ayuda a evitar la caída libre en los sondeos el escepticismo generalizado sobre la honradez de la vida política. La mayoría de los norteamericanos está convencida de que lo que hicieron el presidente y su equipo de campana es normal. Esa convicción se refuerza con informaciones como la difundida ayer según la cual la Casa Blanca de Ronald Reagan invitó en 1988 a donantes republicanos con un texto en el que se decía: "Hagan su contribución de 2.500 dólares ahora mismo".
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