Fraga elude explicar por qué cambió

Manuel Fraga, el presidente de la Xunta de Galicia, se comió ayer gran parte de las palabras que tenía previsto pronunciar en el Senado, un foro donde siempre. se aguardan con expectación las propuestas del líder político más veterano del país.No tuvo nada que ver con su conocida e imitada oratoria atropellada y voraz. No. Fraga suprimió premeditadamente, oficialmente por falta de tiempo, las explicaciones que había previsto dar sobre la contradicción de haber recurrido en el pasado el sistema de financiación autonómica de cesión del 15%, del IRPF y admitir ahora el nuevo modelo, del 30%.

Fraga omitió también la alternativa que tenía preparada y detallada para la reforma del Senado. Se saltó todo eso y construyó, en gallego, una intervención teórica y positivista sobre el futuro de España, de Europa, de las autonomías y de los ayuntamientos en "perfecta unión", en la senda de la Constitución y sobre la vía consolidada por Aznar como "la segunda transición".

Fraga abrió, eso sí, desde su perspectiva de dirigir una comunidad histórica con más competencias que el resto, algunos de los caminos que luego seguirían los demás presidentes populares. Pidió más participación en las decisiones sobre asuntos europeos de gobierno con un mayor papel de los presidentes autonómicos. Insinuó la queja, luego repetida, de la marginación de Galicia en infraestructuras por parte de los Ejecutivos socialistas. Y apuntó, sobre el sistema de financiación., que la suficiencia económica "es una cuestión no resuelta", por lo que abogó por profundizar en una cesión de impuestos especiales que permita "la nivelación de servicios entre las comunidades".