Los rebeldes toman la principal plaza militar del sur de Albania
ENVIADO ESPECIALLa revuelta del sur de Albania se extendió ayer aún más mientras en Tirana, en un ambiente de tensión disparada, las presiones del máximo foro europeo de seguridad y de la oposición lograban -según el ministro de Cultura, Teodor Laço- que el presidente Sali Berisha accediera a convocar elecciones anticipadas en un plazo de entre 45 días y dos meses. Nada trascendió, sin embargo, de la petición de prolongar otras 48 horas del cese de operaciones militares contra las localidades insurrectas. Una de éstas, Gjirokaster -la mayor plaza militar del sur del país-, ha caído en manos de los rebeldes. La iniciativa europea, transmitida en nombre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) por el ex canciller austriaco Franz Vranitzky, pretende que Gobierno y oposición alcancen un compromiso firme que permita a los sublevados deponer las armas después del plazo inicial, que expira a las seis de la mañana de hoy. Vranitzky sugirió anoche que el acosado líder albanés aceptará prorrogar la tregua.
Numerosos soldados se unen a los Comités civiles que organizan la rebelión en el sur de Albania
Mientras se multiplica la presión internacional para detener un enfrentamiento fratricida, crece el número de albaneses que huyen hacia Grecia o Italia. En los cantones del sur se ha acelerado la organización de consejos locales de defensa y se intensifican los preparativos para repeler un eventual ataque del desmoralizado Ejército albanés.Las instalaciones militares de Gjirokaster, que contaban con el mayor arsenal del sur de Albania, permanecían bajo control gubernamental hasta ayer, en que su guarnición se unió a los rebeldes. Carros de combate y otras armas pesadas están ahora en manos de la población, que exige la dimisión del presidente albanés. Seis helicópteros militares habían trasladado por la mañana soldados de refuerzo para elevar la moral de la tropa. Dos de los oficiales que dirigían. los efectivos de estos refuerzos gubernamentales fueron convertidos en rehenes por los rebeldes.
La policía se había unido previamente a la ciudadanía sublevada. Cientos de personas desfilaban por la tarde por las calles de la ciudad, cuyo entorno montañoso hace muy difícil su asalto, disparando al aire armas automáticas. Con la abierta rebelión de Gjirokaster, la franja costera que discurre al sur de Valona está ya en manos de los insurrectos. Dos portahelicópteros de la Armada estadounidense llegaron ayer a la isla griega de Corfú, frente a la costa albanesa, según informaron fuentes policiales.
La reunión de ayer entre Berisha y los dirigentes de los principales partidos albaneses, en un intento contra reloj por llegar a un pacto al borde del abismo, pareció llegar a un principio de acuerdo. Así lo anunció el presidente del partido de la Unión Nacional y ministro de Cultura, Teodor Laço, al declarar que Berisha había aceptado celebrar elecciones anticipadas en un ´plazo de entre 45 días y dos meses. Según los jefes de dos de las formaciones presentes, el republicano Sabri Godo y el socialdemócrata Skender Gjinushi, estaba al alcance de la mano la posibilidad de un Gobierno interino "de reconciliación nacional", con apoyo de todos los partidos. Las elecciones, de celebrarse, contarán con control internacional una vez el país haya recuperado la tranquilidad. El mediador Vranitzky advirtió ayer, sin embargo, que los efectos entre los sublevados del eventual compromiso que se cuece en Tirana no serían inmediatos.
Pero Berisha reiteró ayer que la oferta de celebrar elecciones en 45 días depende de que los rebeldes sureños entreguen el armamento obtenido en el saqueo de instalaciones castrenses y policiales. Esta propuesta, avanzada por el presidente albanés a sus, adversarios políticos. hace unos días, es considerada unánimemente como descabellada. "En las condiciones actuales de caos además de una burla, unas elecciones en mes y medio serían ganadas siempre por el que más pistolas y capacidad de intimidación tenga; y no es el caso de la oposición. Berisha es el que está armando a sus partidarios y pagando a mercenarios", manifestó Neritan Ceka, jefe de la centrista Alianza Democrática.
Vranitzky, al frente de una delegación enviada por la Organización para la Seguridad y Cooperación en. Europa, se entrevistó ayer en dos ocasiones en Tirana con el presidente albanés y mantuvo una larga reunión con dirigentes políticos de todos los signos. El ex canciller austriaco, que condicionó la ayuda de la Unión Europea a Albania al mantenimiento de la paz y la estabilidad interna, pidió a Berisha que ponga fin al estado de excepción y restablezca las libertades de reunión y de prensa. Por séptimo día consecutivo Albania está sin periódicos, salvo el del partido gobernante, debido a la censura previa y el miedo de numerosos informadores a las bandas armadas. Algunos periodistas se han refugiado en hoteles junto a los enviados internacionales. Las instalaciones del principal diario opositor, Koha Jone, fueron incendiadas en la madrugada del domingo por una veintena de hombres.
El estado de excepción, que teóricamente declara ilegal la reunión de más de cuatro personas, no impide que cada mañana varios centenares se agolpen frente a las oficinas del conglomerado Vefa, en Tirana, en espera de que les sean devueltos sus ahorros. Vefa es la más importante de las entidades financieras piramidales que sobrevive en Albania sin quebrar, aunque uno de sus impositores, que descarta volver a ve . billetes de cien dólares, describía ayer su situación como la de la torre de Pisa".
Ley electoral
Según el mediador austriaco, el jefe de Estado albanés aceptó la idea de elecciones anticipadas y de reformas constitucionales -Albania se rige por una Constitución provisional extremadamente débil, adoptada en 1991, y una ley electoral de 1992-, pero rechaza cambios en la ley electoral. La Constitución establece que el presidente, pese a contar en la práctica con plenos poderes ejecutivos, es elegido por el Parlamento en vez de por los ciudadanos.
La ley electoral, a su vez, otorga al Gobierno el entero control del proceso, y en consecuencia la posibilidad de su manipulación fraudulenta. Así ocurrió en los comicios legislativos de mayo de 1966, boicoteados por la oposición, de los que salió un Parlamento en manos del gobernante Partido Democrático, el mismo que el lunes pasado aclamó a Berisha para un nuevo mandato.
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