Murdoch y Kirch rompen su alianza digital
La plataforma alemana no logra sus objetivos tras nueve meses de vida
El matrimonio de los elefantes que contrajeron el pasado mes de julio los magnates audiovisuales Leo Kirch -alemán- y Rupert Murdoch -norteamericano de origen australiano- para llevar adelante una plataforma de televisión digital quedó disuelto ayer "de mutuo acuerdo" y sin hacer públicas las razones del divorcio. Murdoch ha decidido retirarse de DF1, un proyecto en el que participaba con un 49%, mientras que el 51% restante y la gestión correspondía a Kirch. Éste asegura que DF1 cuenta con 30.000 abonados pero en el sector se estima que deben ser sólo unos 15.000.
Los divorciados acordaron mantener secreto sobre los motivos de la ruptura, anunciada ayer en Múnich. El comunicado sólo habla de "disuelto de mutuo acuerdo", porque las partes no han conseguido "ponerse de acuerdo sobre algunos puntos básicos". Un portavoz de Kirch aplicó el principio de convertir la necesidad en virtud y declaró que el grupo del magnate de la televisión alemana "queda ahora en libertad para. buscar nuevos socios con arreglo a sus intereses". No obstante, según la agencia alemana de prensa DPA, el grupo Kirch pierde con Murdoch un socio con fuerte capacidad de financiación.El matrimonio Kirch-Murdoch para la televisión digital de pago en Alemania apenas ha durado nueve meses. En ese periodo lo más que logró fue dar a luz una televisión digital, la DF1, que ha resultado, por ahora, un fracaso completo. Los cálculos optimistas de que para fin de año contarían con 200.000 abonados se convirtieron en una versión digital del cuento de la lechera. DF1 ofrece ahora 25 programas, mientras que los alemanes pueden recibir 32 por cable y en sistema abierto, más el codificado Premiere, versión alemana del Canal Plus, con fútbol de la Liga y películas sin cortes comerciales.
Además, la inversión para recibir DF1 es muy elevada. Sólo el descodificador usado por Kirch cuesta 890 marcos (75.000 pesetas) -ya que no se alquila: sólo se vende- más la parabólica, que puede salir hasta por 1.500 marcos (125.000 pesetas), si un par de árboles interfieren la señal. Por si fuera poco, a esto se suma el abono mensual y que la crisis económica obliga a los alemanes a dar varias vueltas a cada marco antes de gastarlo.
Según el grupo Kirch, DF1 cuenta ahora con 30.000 abonados, aunque los iniciados en el sector estiman que deben ser sólo unos 15.000. La gente de Kirch echa la culpa de casi todo a la compañía telefónica alemana Telekom, que quiere meterse en el negocio de la oferta de programas de televisión y les ha negado el acceso al cable.
Incomprensible
Telekom replica que no niega el cable a Kirch, pero exige que lo pague como es debido, porque la compañía está para repartir dividendos, sobre todo tras la privatización de la misma.Las bajas cifras de abonados de DF1 han sorprendido no sólo a la propia empresa. El director de la cadena privada abierta de televisión RTL (del Grupo Bertelsmann), Helmut Thoma, comentaba estos días que le resulta incomprensible que en Alemania no se consigan 200.000 abonados, porque "en este país siempre se reúne una cifra así para cualquier cosa".
El Grupo Bertelsmann se retiró del proyecto de televisión digital, porque lo consideraba ruinoso en un futuro inmediato.
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