La Comisión Europea pide al Gobierno español que cambie la norma que provocó la guerra digital

El comisario europeo de Telecomunicaciones, Martin Bangemann, pidió ayer al ministro de Fomento, Rafael, Ariias-Salgado, que el Gobierno español modifique el decreto-ley por el que se dan normas sobre televisión digital. Ambos acordaron celebrar reuniones mixtas entre la Comisión y el Gobierno para examinar las "medidas adicionales" introducidas por España respecto a las previstas en la correspondiente directiva europea, principalmente sobre características técnicas de los descodificadores. De no modificarse el decreto-ley, Bruselas lo paralizará.

Bangemann defendió la legalidad del descodificador utilizado por Canal +, mientras Arias-Salgado empezó a flexibilizar las posturas del Ejecutivo español."Si el descodificador de Cana Plus Francia funciona sin dificultades y no crea problemas, me pregunto: ¿por qué hay que poner trabas a ese mismo descodificador en España?", dijo el comisario Bangemann a los periodistas, entrando a saco en el principal litigio.

"El problema [de la llamada guerra digital] es sólo de descodificadores: si son abiertos, cumplen la normativa comunitaria, se instalan y no puede haber ningún problema". aseguró Arias-Salgado, por su parte, a la prensa.

Arias añadió que el reconocimiento de los descodificadores, previa inscripción, será "automático". Defendió que el registro establecido en España para las empresas que operen estos servicos no es de los llamados constitutivos (en los que la inscripción es condición necesaria para empezar a actuar), sino " puramente declarativo", con efectos informativos.

Así, bastará con la autodeclaración y las certificaciones acreditativas de que los descodificadores cumplen las condiciones" [de compatibilidad] por lo que "en el momento en que se presente, la inscripción es automática". Añadió que el comisario le había anunciado una directiva que impondría "un único tipo de descodificador" en el caso de que los operadores no alcanzasen acuerdos para que los distintos aparatos sean efectivamente compatibles.

La UE interviene

Bangemann, por su parte, confirmó que había pedido a Arias modicaciones en el decreto-ley, aunque con diplomacia. "Para evitar que la Comisión las solicite oficialmente, se reunirán expertos de ambas partes a fin de examinar la conformidad del decreto-ley con la directiva europea", explicó el comisario. Si se deduce la disconformidad. que observa la Comisión con la norma comunitaria, "me imagino que lo modificará, porque e, ministro me ha recalcado que quiere liberalizar y albergo la esperanza de que encuentre la solución".

"Hay que respetar las reglas europeas", continuó el comisario. "Arias-Salgado me jura que las respeta, pero otros no están de acuerdo", abundó. También Arias reconoció que, según la Comisión, las normas españolas desbordan a la comunitaria "las medidas "adicionales" impuestas por el Gobierno de Aznar "deberían haber sido consultadas" a Bruselas.

El ministro español no está de acuerdo con esa impresión del comisario, porque, en su opinión, los añadidos sólo se remiten a la Ley de Ordenación de Tele comunicaciones (sanciones) y a la Ley de Protección de los Consumidores ya vigentes en España.

Bangemann dejó sentado lo contrario: "El Gobierno debería haber notificado con antelación [de tres meses] los elementos que desbordan nuestra directiva". Pero se dijo dispuesto a pasar página "si se logra un consenso con el Gobierno español" sobre la modificación del decreto-ley. "En caso de persistir alguna divergencia [entre la nueva ley española y la directiva europea], el requisito mínimo es la previa notificación",'que paralizaría en un plazo de hasta tres meses la aplicación del decreto español.

El titular del ministerio de Fomento manifestó que algunas enmiendas parlamentarias al decreto-ley "son plenamente aceptables", y puso el ejemplo de las que versan sobre la adaptación de los descodificadores: "No tenemos inconveniente en la ampliación de plazos" afirmó, aun remitiendo la última palabra al Grupo Parlamentario Popular.

Arias-Salgado consideró también que "sería positivo" que hubiera una sola plataforma digital, pero es "indiferente en última instancia", porque "los distintos paquetes de canales están destinados a competir entre sí".

Sobre la regulación del fútbol televisado, el ministro defendió la retroactividad de la directiva Televisión sin Fronteras, rechazada él miércoles por el Coreper (Comité de representantes de los Quince): "Sería impensable que no tuviera efectos retroactivos; si no, no podríamos ver los Juegos Olímpicos del año 2004", aseveró. Y sugirió que él no incluiría a "toda la Liga" en la lista de eventos a emitir en abierto, pero quizá sí a "una gran parte" de ella.