Reunión de cabales Jerezanos
La escena no tenía ningún artificio teatral. Recordaba, más bien, una sena reunión de cabales oficiando su arte. Arte grande, profundo, de clara estirpe jerezana. Sin ninguna estrella, cuatro cantaores, dos guitarristas y una bailaora dieron fe del arte tan singular de su tierra.Se vieron y se oyeron cosas muy serias, e incluyo entre ellas las bulerías de El Mono, con sus geniales pinceladas del Matarile y El cocherito leré. El cante de escalofrío lo hizo Diego Rubichi, por soleares y siguiriyas. También por siguiriyas cantó muy bien el hijo de Terremoto, y por tientos Macarena sintió y dolió. El baile tuvo un nombre, Manuela Núñez, que siendo tan joven recuerda ya a aquellas viejas bailaoras que apenas se movían del sitio.
V Festival Flamenco Caja de Madrid: Sones de bronce
Compañía de Manuel Morao y Gitanos de Jerez. Madrid, teatro Albéniz, 5 de marzo.