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España ensaya en EE UU un nuevo modo de almacenar basura radiactiva

Francia, Japón o el Reino Unido reprocesan el combustible usado para volverlo a utilizar en sus centrales nucleares. El resto de los países "nucleares" llevan más de 20 años dedicados a aprovisionar sistemas de almacenamiento temporal o definitivo para los residuos radiactivos, de manera que resulten inocuos al hombre y al medio ambiente. Como primera medida, la mayoría de las centrales nucleares disponen de piscinas donde almacenan temporalmente el combustible usado. La central nuclear de Trillo I, la más joven de las instaladas en España, tiene su capacidad a punto de agotarse. Dentro de cinco años ya no quedará sitio en sus piscinas para albergar más barras de combustible nuclear gastado. ¿Dónde se depositarán?La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) firmó en 1989 un contrato con la compañía eléctrica norteamericana Virginia Power (Bepco), al ser ésta pionera en el mundo en el almacenamiento de contenedores metálicos a la intemperie con los residuos radiactivos de sus dos centrales nucleares gemelas en Surry, estado de Virginia.

Dispositivos herméticas

A menos de un kilómetro de las centrales gemelas de Surry (Virginia), que abastecen el consumo de electricidad de dos millones de personas, se encuentra un recinto fuertemente vallado y vigilado. Sobre una plataforma de cemento de más de un metro de espesor se encuentran enfilados 28 tanques cilíndricos. La mayoría están fabricados en Estados Unidos. Son los que disponen de unas pequeñas aletas horizontales como los de un radiador; uno es japonés, otro alemán y el último extranjero está fabricado en Santander por la empresa Ensa.

Cada contenedor, valorado en más de un millón de dólares, con una altura de cinco metros y un diámetro de 2,5, es un dispositivo totalmente hermético, capaz de al bergar en sus celdillas internas hasta 33 elementos radiactivos con 46.11 kilos de peso cada uno. Tienen un blindaje de doble capa de acero de 25 centímetros, recubierto interiormente por plomo y veneno neutrónico. Estos contenedores se desplazan en vacío hasta las piscinas, donde el combustible ha permanecido enfriándose durante cinco, años y se cargan allí. Una vez sellados los contenedores se sacan de las piscinas, se les hace el vacío y se les rellena con helio y son trasladados al recinto elegido en la intemperie. Este mismo sistema será el que se instale en Trillo I (Guadalajara) en cuanto se agote el espacio de su piscina donde almacena el combustible usado. Los contenedores españoles serán una réplica de los de Surry, sin los alerones que caracterizan a los norteamericanos. Pertenecen a los llamados de doble propósito -traslado y almacenamiento- y pueden albergar en las celdillas, de su interior 21 barras de combustible de un peso no superior a las 118 toneladas. El Consejo de Seguridad Nuclear ya ha informado positivamente la homologación del depósito español.

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