Diez muertos y medio centenar de heridos por un camión bomba en Colombia
Pocos minutos antes de las nueve de la mañana de ayer, Apartadó, un municipio en la zona bananera de Urabá, en el Caribe colombiano, se estremeció por la explosión de un camión bomba en pleno centro de la población. El vehículo, cargado con más de 50 kilos de dinamita, fue abandonado frente al hotel El Pescador, en la concurrida calle del Comercio, a pocos pasos de la comisaría de policía. Diez personas, entre ellas un niño de tres años y un policía, resultaron muertas y una cincuentena heridas. Según el alcalde, Omar Largo Penilla, al menos otra persona más permanecía desaparecida anoche.
El hotel, de cuatro pisos con capacidad para 100 personas, quedó completamente destruido. La comisaría y ocho establecimientos comerciales vecinos resultaron semidestruidos. El camión utilizado para el atentado trabajaba para el municipio en la recogida de basuras. Vehículo y conductor fueron secuestrados, según la versión oficial, por hombres uniformados a las siete de la mañana en el basurero.
Las versiones del porqué del atentado terrorista eran ayer confusas. El general del Ejército colombiano Iván Ramírez, comandante en una población cercana al lugar de los hechos, no dudó en atribuir el hecho a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero más grande del país, como respuesta a las acciones que han hecho avanzar en este momento el Ejército y la policía en localidades cercanas y que mantienen a los subversivos, como afirmó el general Ramírez, acorralados.
Dos versiones
"Es indiscutible que fueron las FARC", dijo el general, "es su modo de operar y el de sus milicias que manejan este tipo de terrorismo". Dos versiones más se empezaron a barajar despues: que el atentado iba contra miembros de las autodefensas y paramilitares que se alojaban en el hotel derruido; otra que estaba dirigido contra una comisión de fiscales que investiga masacres en la zona.Apartadó ha sido uno de los epicentros de la feroz violencia que azota al país.. En la zona bananera -de la cual Apartado es el municipio más importantes -se inició hace tres años la ofensiva paramilitar que busca recuperar el territorio en manos de la guerrilla. En estos años, en matanzas y asesinatos selectivos, los paramilitares han limpiado prácticamente la zona de las personas que consideran guerrilleros o amigos de ellos.
La guerrilla -en la zona operan dos frentes de las FARC y hasta hace poco un sector disidente del Ejército Popular de Liberación (EPL) que, paradójicamente, se pasó al bando de los paras- se ha visto empujada hacia la selva del Urabá Chocoano, en la costa del Pacífico. Los insurgentes han respondido con la misma moneda: violencia. La imagen recurrente de, Urabá en los últimos años ha sido la de las viudas y huérfanos que han dejado incontables masacres de paramilitares contra amigos de las FARC, y de masacres de las FARC contra los que ellos califican amigos de los paras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.