El Congreso pide por unanimidad una ley contra las minas antipersonales
Los 319 diputados presentes en el hemiciclo dieron ayer su voto afirmativo a una proposición no de ley por la que se pide al Gobierno que envíe a la Cámara un proyecto de ley que prohíba la fabricación, almacenamiento, comercialiación, exportación y transferencia de tecnología de minas antiperonales, bombas de racimo y armas de efecto similar así como de sus componentes, y que regule la destrucción de las existencias que haya de este armamento.
Las grandes unanimidades sobre grandes asuntos suelen provocar en el Congreso grandes palabras. Todos los portavoces de los siete grupos parlamentarios subieron a la tribuna o manifestaron desde su escaño sus convicciones pacifistas y humanitarias para apoyar la proposición.
El texto aprobado no fija plazo para que el Gobierno remita a la Cámara el proyecto de ley. La primera iniciativa fue del grupo parlamentario del PNV y a ellas siguieron las de PSOE e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. El martes, populares, canarios y CiU se sumaron y consensuaron un texto que fue aprobado ayer y al que también se sumó el Grupo Mixto.
La enmienda consensuada tenía un texto de justificación muy lacónico: "Parece conveniente la regulación por ley de este particular", que contrastaba con los discursos de ayer en la Cámara.
Además de la prohibición de estas armas antipersonales, el Congreso aprobó un segundo punto en el que se afirma que el proceso de eliminación de este armamento "debe tener carácter universal" y por ello pide al Gobierno que "continúe las acciones ya emprendidas para promover y lograr, en el marco de la UE, un acuerdo internacional sobre la prohibición total".
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