Hacienda

Quisiera, a través de estas líneas, mostrar mi indignación por lo que está ocurriendo con los famosos 200.000 millones. A través de mi propia experiencia personal puede demostrarse la diferencia de criterios que se han seguido ante los ciudadanos en general y algunos privilegiados en particular. Tuve la necesidad de pedir un crédito al que no pude hacer frente por fracasar aquello que yo intentaba hacer para ganarme honradamente la vida. Cuando encontré un trabajo se me comenzó a descontar de la nómina una cantidad periódica mensual, cantidad que suponía para mí un enorme sacrificio, pues con lo que al final cobraba resultaba casi imposible vivir. A pesar de todo, sorpresivamente, me encontré un día con una amenaza de embargo absolutamente injustificable. Una amenaza brutal que me situaba en condiciones de vida imposibles de sostener. Con mi esfuerzo y el de mi compañera he logrado salir adelante, a pesar de la incomprensión y el agobio permanente de la Hacienda pública.Y ahora puedo conocer cómo han tratado a otros. Así es imposible que los ciudadanos y ciudadanas confíen en la justicia y crean eso tan repetidamente dicho de que Hacienda somos todos. Así, si al final se confirman los hechos, podremos poner una piedra más en el río de desastres que los socialistas fueron capaces de construir. ¡Qué fácil se lo han puesto a la derecha!-