La palabra de Aznar

Toda una campaña electoral, en 1989, bajo el lema de "palabra" y ahora resulta que un vicepresidente del Gobierno del PP deja sin valor la palabra de José María Aznar porque, según la argumentación utilizada ayer por Francisco Alvarez Cascos, las palabras de Aznar no entrañan un compromiso de cumplimiento -"compromiso" era, precisamente, el sinónimo que empleaba Aznar en 1989 para explicar el significado de aquel escueto lema-.La palabra de Aznar no equivale a un deber para el Gobierno. Porque para el Gobierno sólo existe, sólo compromete, lo que figura en su programa electoral. Ese fue el único compromiso que reconoció Álvarez Cascos al justificar el nombramiento de un diputado del PP como director general de RTVE después de que José María Aznar había asegurado solemnemente en una entrevista en directo en Tele 5 que el director general de RTVE nombrado por su Gobierno sería una persona independiente y, en ningún caso, militante del Partido Popular.

La inmediata respuesta del vicepresidente del Gobierno a la pregunta de Joaquín, Leguina fue: "Este Gobierno tiene como objetivo cumplir este programa electoral. Aquí están contenidos los compromisos de este Gobierno". Una respuesta con la que escapaba a la encerrona de tener que explicar un incumplimiento de la palabra dada por José María Aznar, pero con la que llevó las cosas a un callejón sin salida, porque la siguiente pregunta es: ¿qué valor tiene, entonces, la palabra de José María Aznar?