_
_
_
_

La base de cohetes de Hierro no se hará si la isla no quiere, afirma el director del INTA

España tiene ofertas para lanzar satélites pero los herreños rechazan la instalación

La base de lanzamiento de pequeños satélites, que el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA) ha propuesto hacer al Gobierno canario en la isla de Hierro, no se hará si la población de la isla se opone, asegura el director general de este organismo de investigación adscrito al Ministerio de Defensa, Álvaro Giménez. Sin embargo, este astrofísico asegura que se trata de una clara oportunidad tecnológica para España y para Canarias que no convendría dejar pasar. En Hierro se han producido manifestaciones contra la instalación de la base y la de un radar militar.

, La partida destinada a la base -3.000 millones de pesetas- ha aparecido en los presupuestos durante los últimos tres ejercicios pero cada año no se ha gastado y se ha trasladado al siguiente, aunque Giménez cree que ha llegado el momento de tomar una decisión.El objetivo de la base es cubrir una necesidad, afirman sus defensores; la de tener acceso al espacio desde Europa para pequeñas misiones, un campo al que se supone un buen futuro, según lo avalan diversos informes en los últimos años.

La base tendría objetivos modestos y sería en sí misma pequeña. Desde ella se lanzarían pequeños satélites, con cohetes de combustible sólido y para órbitas de poca altura, no superior a los centenares de kilómetros. Para grandes satélites ya está la base de Kourou (Guayana Francesa), de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Pero para misiones pequeñas, asegura el director general del INTA, Kourou es muy caro, por la gran infraestructura que tiene, que exige mucha gente. En cuanto a la base de Kiruna (Suecia), también de la ESA, utilizada ahora para cohetes de sondeo, Giménez señala que no se sabe todavía si va a resultar una opción interesante para lanzar a órbita, ya que las condiciones meteorológicas son muy malas y el mantenimiento costoso por esa misma razón. "Es una opción", reconoce pero la otra opción en el sur, la base italiana en Kenia, más cercana al Ecuador que Canarias, la descarta por su "pésima infraestructura, que implica un aumento de costes".

Sin embargo, desde Hierro sólo se podría lanzar con holgura a órbita polar, sin afectar a los países del oeste de África. Giménez asegura que el mercado de órbita polar sería suficiente, que se podría lanzar también a órbita ecuatorial inclinada y que ni Marruecos ni Mauritania tendrían reparos geopolíticos que poner a la base, ya que es un centro de uso exclusivamente civil para lanzamiento de micro y minisatélites con objetivos científicos o comerciales, como telecomunicaciones o la observación de la tierra.

"España tiene la suerte de tener territorio en una latitud interesante para los lanzamientos, con un desarrollo tecnológico adecuado", recuerda Giménez. "Se trata de aprovechar esta ventaja para introducirnos en un campo al que le vemos un buen futuro. Me gustaría que se viera la base como un centro científico y de desarrollo tecnológico, algo de lo que la isla se pudiera sentir orgullosa, como sucede con el Instituto de Astrofísica de Canarias. Yo creo que así lo ha entendido el Gobiemo canario". En todo caso, el INTA cree que hay que tomar la decisión pronto porque si no se va a pasar la oportunidad del mercado. "Tenemos ofertas de varios países para lanzar, pero tampoco es una prioridad para nosotros ahora mismo. Si la población no lo ve claro, no se hará", señala.

Necesidad de vehículos

Sin embargo, aunque no sea una prioridad, al INTA le gustaría tener la base para cuando esté disponible el cohete Capricornio, otro polémico proyecto suyo que suscita poco entusiasmo en el resto del sector espacial español. Este cohete, para lanzar microsatélites, tendría tres etapas, y es visto ahora como una manera de que España esté presente en el campo de la propulsión. Su objetivo es lanzar un prototipo, con dos etapas de fabricación española y una de fabricación estadounidense en 1999.

Disponer de técnicos en propulsión y demostrar que se ha hecho algo en este campo permitirá a España situarse en una buena posición para participar en futuros pequeños lanzadores europeos, un campo que no termina de despegar, a pesar de la necesidad creciente de estos vehículos. En todo caso, Giménez se muestra optimista sobre la capacidad española para situarse en este difícil campo de la propulsión.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_