Cascos también da su palabra de honor de que no presionó al fiscal general

, El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, desmintió ayer las acusaciones de que el Gobierno presiona al fiscal general del Estado, Juan Ortiz Úrculo, y dio su "palabra de honor de que este Gobierno no ha hecho propuestas". Ortiz Úrculo también desmintió el miércoles bajo "palabra de honor" haber recibido instrucciones para encargar a la Fiscalía Anticorrupción dos investigaciones: una, basada en una denuncia anónima, contra Antonio Asensio y otra con la que se pretende vincular a Jesús de Polanco, ambos promotores de la plataforma digital de televisión que intenta frenar el Gobierno-En declaraciones al programa Protagonistas de Onda Cero, Cascos agregó que las actuaciones de Úrculo "se atienen al principio de legalidad", sin que haya "ninguna motivación surgida a instancia del poder ejecutivo".

Sobre las críticas del ex ministro socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que "cuando los datos sobre los que no hay pruebas se ponen en duda, se pueden poner en duda muchas de las cosas que han pasado en este país en los últimos años, y no me gustaría llegar a ese nivel".

En otro momento, y al preguntarle por las declaraciones del secretario general del PSOE, Felipe González, en el sentido de que éste no tiene prisa ni ganas de volver a la presidencia del Gobierno, Álvarez Cascos dijo que "la palabra que mejor identifica" a González es "prisa". "Es un señor que tiene prisa, quiere andar deprisa y que se mueve con prisa", dijo Álvarez Cascos en un juego de palabras claramente alusivo a PRISA, accionista de EL PAÍS.

Fiscales contra Úrculo

En cuanto a las últimas actuaciones del fiscal general del Estado, la Unión Progresista de Fiscales (UPF) arremetió ayer contra ellas en un comunicado en términos muy duros. La UPF critica en su nota la remisión a la Fiscalía Anticorrupción de una denuncia anónima sobre posibles irregularidades de empresas vinculadas al presidente de Antena 3, Antonio Asensio, y de la investigación sobre pagos a la empresa Ferrer Europa durante el mandato del socialista Joaquín Leguina en el Gobierno regional de Madrid, sin haber realizado una investigación previa. Leguina manifestó ayer a Servimedia que la decisión de implicarle en el caso Ferrer la tomó directa y personalmente el presidente del Gobierno, José María Aznar, durante su estancia en Vaqueira Beret (Lleida), las pasadas vacaciones de Navidad.

"Lamentamos que, como en ocasiones anteriores, la autoproclamada independencia y objetividad en el ejercicio de sus funciones del señor Ortiz úrculo se haya visto desmentida por su propia actuación", señala la nota de la UPF. Esta asociación entiende que al hacer pública una nota anunciando su decisión de enviar una denuncia anónima al fiscal anticorrupción, Úrculo ha incurrido en una "intromisión no justificable en un debate público absolutamente ajeno a la actividad jurisdiccional".