Asesinados cuatro observadores de las Naciones Unidas en Ruanda

, Cuatro miembros del Alto Comisionado de, la ONU para los Derechos Humanos resultaron muertos ayer en una emboscada en el suroeste de Ruanda, a 290 kilómetros de la capital, Kigali. En el ataque, lanzado por desconocidos, murieron un británico, un camboyano y dos ruandeses, y resultó herido un intérprete, según confirmaron ayer fuentes de la ONU. Los dos vehículos en que viajaban los observadores, claramente identificados con los emblemas de la organización internacional, fueron tiroteados en la prefectura de Cyangugu, mientras circulaban entre las localidades de Gisumato y Karengera.El ataque contra el personal de la ONU ocurrió apenas dos semanas después del asesinato de tres cooperantes españoles de Médicos del Mundo. Fuentes diplomáticas revelaron ayer que España ha pedido de forma oficial a Ruanda autorización para enviar guardias civiles que tomen parte en la investigación de la muerte de los tres españoles. El pasado fin de semana, un misionero canadiense fue asesinado a tiros mientras celebraba misa en Ruhengeri, la misma prefectura en la que perdieron la vida Manuel Madrazo, Flors Sirera y Luis Valtueña, al parecer a manos de antiguos milicianos hutus regresados desde Zaire en noviembre pasado.

Es la primera vez que observadores encargados de defender y promover los derechos humanos en Ruanda son asesinados en este país. Un miembro del Gobierno ruandés atribuyó la autoría del crimen a milicianos hutus vinculados al genocidio de 1994.

Cooperación española

Madrid ha solicitado a Ruanda que autorice la presencia de guardias civiles en la investigación del asesinato de los tres españoles, y ha advertido que la cooperación económica con el país africano queda pendiente "de que los culpables de los asesinatos de los españoles" sean puestos a disposición de la justicia y de que se incremente la seguridad de los cooperantes españoles, informa José Miguel Larraya. España hizo saber también su "profunda preocupación" por la muerte de uno de los testigos del crimen y subrayó la necesidad de que el testigo superviviente "no sufra ningún percance". La posición española fue expuesta en Kigali por el secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Luis Espinosa Fernández, al ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Anastase Gasana, el pasado día 30 de enero. Según fuentes diplomáticas españolas, el ministro de Exteriores ruandés, al ser hutu, tiene un poder político limitado, por lo que se ha instado a realizar una gestión directa cerca del viceprimer ministro y ministro de Defensa, general Paul Kagame, el verdadero hombre fuerte del Gobierno ruandés que puede autorizar la presencia de agentes españoles en la zona. La policía española, a petición de las autoridades ruandesas, colaboró en la investigación sobre el genocidio.

Al otro lado de la frontera, en Zaire, la suerte sigue siendo especialmente adversa para las tropas de Mobutu Sese Seko frente a los rebeldes de Laurent Kabila. El presidente zaireño sigue en Marruecos a la espera de ser recibido por Hassan II, a quien quiere pedir ayuda en hombres y armas. Togo y Egipto desmintieron ayer que fueran a apoyar al Ejército zaireño.