Un cura canadiense muere tiroteado mientras celebraba misa en Ruanda

, El Papa fue el primero en dar la noticia. Ante los fieles congregados al mediodía de ayer en la plaza de San Pedro de Roma, Juan Pablo II anunció el "bárbaro asesinato" del sacerdote canadiense Guy Pinard, de 61 años, mientras celebraba la misa dominical en la parroquia de Kampanga, en la región Ruhengheri (noroeste de Ruanda), donde hace dos semanas fueron asesinados tres cooperantes españoles de la ONG Médicos del Mundo.

El cónsul de Canadá en Kigali, Gerlad Ohlsen, confirmó que Pinard se disponía a dar la comunión a sus feligreses cuando un pistolero no identificado le disparó un tiro por la espalda, que le causó la muerte en el acto.

Un portavoz de la orden de los Padres Blancos, a la que pertenecía el sacerdote canadiense, aseguró que Pinard se encontraba desde 1962 en Ruanda, donde permaneció durante el genocidio contra la minoría tutsi de 1994. La misma fuente dijo que aún no se sabía si la muerte del misionero fue obra de un "loco" o la acción de grupos extremistas.

Responsables del Gobierno ruandés, controlado por los tutsis desde hace más de dos años, barajaban ayer la posibilidad de que el padre blanco hubiese sido asesinado por un militante radical hutu.