La mitad de los candidatos al jurado se excusa para evitar juzgar al presunto homicida de dos 'ertzainas'

Varios partidos políticos y el entorno familiar de las víctimas se mostraron ayer convencidos de que la presión ambiental, y quizá algún tipo de presión directa, es la causa de las dificultades que está encontrando la Sección Primera de la Audiencia de San Sebastián para formar un jurado popular que se pronuncie sobre el asesinato de dos ertzainzas en 1995 en Itsasondo (Guipúzcoa). Diecinueve de los 36 candidatos designados han presentado alguna excusa para no formar parte del jurado que debe estar en la vista oral contra Mikel Otegi, simpatizante de las juventudes de KAS.

, Los policías autónomos José Luis González Villanueva, de 34 años, e Iñaki Mendiluze Etxeberria, de 26, resultaron muertos por disparos de escopeta presuntamente efectuados el 10 de diciembre de 1995 por Mikel Otegi Unanue, de 23 años.Una hora antes, el supuesto homicida estaba desayunando con una sobrina en el supermercado-bar Ibarre, de, Itsasondo, cuando entró un ertzaina vestido de paisano, al que reconoció. Otegi se dirigió a él y le espetó: "Tú emborráchate, emborráchate, que luego te haremos el control de alcoholemia". El agente decidió no responderle y abandonó el local, aunque Otegi salió tras él, le abofeteó y propinó patadas a su coche. El policía le advirtió que le iba a denunciar por agresión.

Otegi se desplazó hasta Ordizia y desde allí tomó el camino que conduce hasta el caserío Oteizabal, donde vive con su madre y sus hermanos. Sobre las 11 de la mañana, los ertzainas González Villanueva y Mendiluze Etxeberria llegaron al caserío dentro de su rutinaria labor de patrullaje. El joven, creyendo erróneamente que iban a detenerle por agredir a su compañero, abrió fuego contra ambos por la espalda y les causó la muerte en el acto.

Otegi tenía antecedentes por participar en disturbios callejeros y por haber arremetido con una excavadora contra una sucursal bancaria en el curso de unos incidentes en protesta por la detención de varios activistas de ETA en Francia. El consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa, definió al joven como un "destacado" miembro de la izquierda abertzale.

El consejero Atutxa apuntó, durante los funerales de los dos agentes, que la responsabilidad de aquellas dos muertes era fruto de "la semilla que los dirigentes de HB y KAS están sembrando" en la sociedad del País Vasco.

Ahora, apenas un año después del doble homicidio, 19 de las 36 personas -22 mujeres y 14 hombres- que han sido designadas por sorteo para pronunciarse sobre el caso no están por la labor de sentarse el próximo día 24 junto a los magistrados y al presunto homicida. De este grupo deberían salir las 11 personas que integran el jurado popular.

Excusas

El alto índice de excusas o motivos de incapacidad alegado por los designados para este caso contrasta con las cuatro que fueron cursadas por los ciudadanos a los que los tribunales convocaron para la primera vista con jurado celebrada en Guipúzcoa. Pero en esa ocasión, se trataba en enjuiciar por un doble homicidio en una bodega de Hernani a Antonio López Pera, un hombre sin ninguna vinculación con el entorno de ETA.

Las alegaciones formuladas por los convocados al juicio contra Mikel Otegi serán estudiadas en los próximos días en la Audiencia de San Sebastián, durante una vista presidida por el magistrado José Luis Barragán. Si después resultara un listado de candidatos inferior a la veintena, será preciso realizar un nuevo sorteo para completar ese número de potenciales jurados.

El diputado Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, se mostró ayer convencido de que la presión ambiental, en un momento de mucha crispación en la calle, es elfactor determinante del "miedo" a sentarse en ese jurado. "Precisamente para eso, entre otras razones, se inventó la Audiencia Nacional", declaró, antes de señalar que "el problema es que este caso no se juzga por terrorismo", sino como un caso de homicidio.

El coordinador de Izquierda Unida en el País Vasco, Javier Madrazo, sostiene la misma teoría: "La estrategia de amedrentamiento de HB hacia toda la sociedad vasca arroja este tipo de resultados", explicó.

Una persona del entorno familiar de los dos ertzainas asesinados se mostró ayer contundente al reconocer: "Posiblemente yo tampoco formaría parte de ese jurado". Portavoces acreditados de la Ertzaintza prefirieron ayer no hacer ningún comentario sobre el asunto.