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Un perito judicial acusa al Ayuntamiento de obstruir su inspección en Valdemingómez

Vicente G. Olaya

El informe de los peritos del Tribunal Superior de Justicia, encargados de analizar el funcionamiento de la incineradora de Valdemingómez, acusa al Ayuntamiento de Madrid de obstruir su trabajo y de realizar una "inadecuada" medición del índice de toxicidad de las cenizas que produce la planta.Los peritos, Alfonso del Val y María José González, enviados por los magistrados del citado órgano judicial para determinar si la incineradora cumple las mínimas condiciones de seguridad y proceder en consecuencia, sólo han podido elaborar dos informes. En uno de ellos informan a los jueces que el Ayuntamiento se negó "tajantemente" a facilitar datos, y en el otro, que el actual sistema de análisis de la toxicidad de las cenizas que desprende la planta es "inadecuado". El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, se mostró ayer sorprendido por las conclusiones de los peritos y las calificó de "tormenta en un vaso de agua".

La fallida investigación comenzó en octubre. El Tribunal Superior de Justicia indicó en un auto -a raíz de un recurso interpuesto por la Fiscalía de Medio Ambiente contra la puesta en marcha de la incineradora- que la planta sólo podría funcionar si los informes periciales determinaban que se cumplían todas las condiciones de seguridad que evitasen actividades nocivas para la salud. De no ser así, la incineradora sería cerrada por orden judicial.

Los peritos designados se dirigieron entonces a la planta. Tras dos meses de trabajos, sus informes sobre su funcionamiento están ya en manos de la Sala Segunda de lo Contencioso-Administrativo. Los jueces deben ahora decidir.

En el primero de los dos informes, el firmado por Alfonso del Val, se lee literalmente: "Este perito detectó un nivel de eficacia bajo en los procesos de selección y compostaje, así como numerosas imprecisiones en orden al destino final de las cenizas, escorias, fixiviados y demás materiales". Añade que "las informaciones, verbales [que se le facilitaron] eran muy contradictorias sobre estos aspectos, que son fundamentales".

Como el experto no lograba la información se dirigió directamente al concejal de Medio Ambiente para que le indicase quién debía darle los datos necesarios para su Investigación. Pidió informes sobre las cantidad de materiales que entran en la planta, qué porcentaje se recicla, qué cantidad sale, dónde se guardan o dónde se comercializan.

Los responsables municipales le manifestaron entonces que carecían de documentos "que acreditaran la comercialización real de los materiales para reciclar". El Ayuntamiento añadió que "sí poseía datos rigurosos de las pesadas de entrada y salida de todos los materiales de la planta y que le serían entregados".

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Sin embargo, Del Val añade en su informe que "después de reiteradísimas peticiones en este sentido, y de una espera de varias semanas durante las cuales se ha reiterado varias veces la urgencia y necesidad de los datos, y a pesar de las promesas", los datos nunca le fueron entregados. Su informe termina así: "Resulta absolutamente imposible efectuar la pericia con la mínima validez sin estos datos imprescindibles".

Método inadecuado

El informe pericial considera que las cenizas se analizan de forma inadecuada

Sin embargo, la perito disiente de este método que el Instituto de Toxicología emplea para determinar la toxicidad: "El método empleado es inadecuado para los residuos que contengan compuestos no solubles en agua. El método microtox, utilizado en los ensayos de toxicidad de las cenizas, no puede proporcionar una información fidedigna sobre la toxicidad real de este tipo de muestras. En primer lugar, porque no es capaz de detectar la presencia de contaminantes orgánicos liposolubles, tales como dioxinas o furanos. En segundo lugar, no es posible asegurar que los contaminantes solubles en fase acuosa (metales pesados principalmente) sean extraídos si no se encuentran en la forma química adecuada".García-Loygorri matizó: "La perito lo único que hace en su informe es decir que no le parece adecuado el método empleado para analizar las cenizas. Es una opinión que respeto. Estoy deseando que me digan qué método debemos utilizar. Hago lo que me digan, pero que se aclaren. En Valdemingómez empleamos él sistema que indica la ley, y la propia perito lo reconoce. Que prefiere otro sistema, pues yo, encantado. Pero que quede claro que María José González no dice que las cenizas son tóxicas".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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