Christo y Segovia
Todo mi agradecimiento a Máximo, que me ha permitido ver el vía crucis segoviano con humor (tragicómico). Las ciudades cada vez se parecen más unas a otras. Son sus monumentos y patrimonio histórico y artístico los que alegran la vista del ciudadano y rompen la monotonía del cemento y los ladrillos masificados en moldes clónicos. Y meditando estaba sobre la ingratitud de las necesidades comerciales de los promotores de viviendas cuando alguien tiene la genial idea de tapar a la vista el acueducto romano de Segovia, santo y seña de la ciudad y alegría para la vista ante los opresores bloques de viviendas. Sólo me queda sugerir a los responsables de la autorización del proyecto que contacten inmediatamente con el artista búlgaro Christo para que haga las cosas con un mínimo de estética y, lo que es más importante, después se puedan quitar los plásticos y contemplar íntegramente el acueducto.-
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