Santillana evoca en una muestra el misterio de los ángeles andinos
La Torre de Don Borja presenta obras de arte virreinal boliviano
La exposición El retorno de los ángeles. Barroco de las cumbres de Bolivia, que se inaugura mañana en la Torre de Don Borja, en Santillana del Mar (Cantabria), es una muestra que no sólo posee el interés de la alta calidad de los cuadros. Hay un viejo misterio que rodea estas series de ángeles apócrifos que proliferaron en el altiplano andino en el siglo XVII y que constituyen la primera escuela artística original de estas tierras. La muestra está compuesta por 50 obras, entre las más importantes de los maestros mestizos y criollos.
A medio camino entre el animismo andino y extrañas referencias gnósticas, no se ha explicado con certeza el origen de estas series de ángeles apócrifos, con nombres prohibidos por los concilios cristianos de los años 745 y 789, y tampoco se ha explicado el apoyo que les dieron, especialmente en Cuzco y Bolivia, las propias autoridades eclesiásticas de la zona para el adoctrinamiento de los indígenas.Aparte de los tres únicos ángeles que aparecen en la Biblia -Miguel, Rafael y Gabriel-, se hicieron muy frecuentes los cuadros que representaban a otros, como Uriel, Zabriel, Letiel y Alamiel -ángeles militares- o los de Baradiel, Barahiel, Raaziel, Galgaliel, Kokbiel u Ofaniel, ligados a fenómenos y elementos cosmológicos. Estas dos vertientes no son casuales. Los ángeles militares se convirtieron pronto en los arcángeles arcabuceros, aún presentes en el arte popular. Angeles justicieros y policía celestial. Los otros pudieron ser un punto de convergencia iconográfica entre los dioses andinos, ligados a los fenómenos naturales, y la nueva religión.
Los indígenas aceptaron con entusiasmo el culto a estos ángeles creando cofradías y fraternidades, que a veces excluían a los españoles y criollos. En 1750 hubo incluso una insurrección contra el poder colonial en la que los indios iban vestidos de ángeles, y subsisten fiestas populares.
La exposición que se presenta en la Fundación Santillana trae algunos de los cuadros más importantes de esta tradición, que aún se conservan en los museos y colecciones bolivianas. No en vano la selección de la muestra ha estado en manos de uno de los mayores expertos en este tema, José de Mesa, que, con Teresa Gisbert, ha escrito numerosos tratados sobre el asunto.
Babelia
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