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El presidente búlgaro ya estudia encargar Gobierno a los socialistas

ENVIADO ESPECIALSi los dos bloques antagónicos no se ponen de acuerdo antes para zanjar la crisis, el nuevo presidente Petar Stoyanov encargará formar Gobierno a los socialistas búlgaros antes de fin de mes. Los rojos ex comunistas y los azules de la oposición se limitan por el momento a hablar a través de los periódicos o la televisión pese a la situación del país, en virtual bancarrota, sin Presupuesto y sin primer ministro desde diciembre. La Unión de Fuerzas Democráticas (UFD) anunció ayer que los dirigentes de los partidos que integran la coalición conservadora se reunirán en Sofía el próximo sábado para decidir si convocan un congreso nacional opositor.

El enroque de los adversarios políticos y las opciones constitucionales abiertas sugieren que la inestabilidad va a continuar durante los meses próximos, sea cual fuere la decisión presidencial. Zheliu Zhelev se despidió anoche en un mensaje radiotelevisado pidiendo la reforma de la Constitución para hacer de Bulgaria una república presidencialista, en vez de parlamentaria. La falta de poderes del jefe del Estado, a pesar de ser elegido por voto popular, es la causa fundamental de los males del país, según Zhelev. Para el presidente saliente, el hecho de que tras siete años de Gobiernos democrátícos Bulgaria no haya salido del pozo significa que "el modelo de transición no es el adecuado". La catástrofe, apuntó, estaba cantada con la actual ley fundamental.

Labor de mediación

Stoyanov, que hoy asume formalmente la jefatura del Estado, ha iniciado ya una labor de mediación entre los socialistas, congelados a mitad de su mandato de cuatro años, y la oposición que dirige Iván Kostov y exige a diario elecciones inmediatas con el respaldo de la calle. El presidente, que ha prometido afrontar la crisis sin contemplaciones, se pronunció inequívocamente al jurar su cargo el domingo por unas rápidas elecciones generales. Pero también ha anunciado que otorgará un nuevo mandato a los socialistas si éstos lo piden. La UDF, de la que Stoyanov procede, se opone radicalmente a un Gobierno interino de los ex comunistas, cuyo candidato a primer ministro es el titular de Interior Nikolai Dobrev.El descrédito socialista ante la opinión pública, que les hace responsables del desplome económico del país y su mísera situación, amenaza seriamente su mayoría parlamentaria, 125 sobre 240 escaños. Georgi Parvanov, nuevo jefe del partido gubernamental tras la dimisión en diciembre de Zhan Videnov, intenta contrarreloj imponer una actitud conciliadora. El joven Parvanov, que ayer asumió también la jefatura del grupo parlamentario, entonaba la semana pasada en EL PAÍS un mea culpa por la gestión de los suyos durante los dos últimos años. Bulgaria, que espera ayuda humanitaria europea este invierno, está ahora en manos del Fondo Monetario Intemacional, con cuyo representante en Sofía se entrevistó ayer el presidente Stoyanov.

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