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LAS ACTAS DEL DERROCHE

El contrato nunca firmado de un director

El director general del Madrid 92 cobró, según el informe elaborado por el Tribunal de Cuentas, más de once millones de pesetas de "forma indebida" en diversos conceptos (gratificaciones injustificadas, finiquitos ilegales y sobresueldos no aprobados por nadie).Los auditores públicos recuerdan que, aunque la Junta de Gobierno del COM 92 aprobó inicialmente un sueldo de nueve millones para Pablo López de Osaba, éste llegó a cobrar al final más de doce millones de pesetas.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, respondió a esta acusación del Tribunal de Cuentas con una declaración que encerraba un misterio: "Aunque en la sesión del Comité Ejecutivo del COM 92 se aludió al proyecto de contrato con su director general, no se llegó a firmar dicho contrato por causas no conocidas".

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La ceguera del 92

Alta dirección

El regidor continúa su argumento: "Hay que entender que [Pablo López de Osaba] tuvo de facto un contrato de alta dirección". Así justifica el sobresueldo del director general del Consorcio para la Organización del Madrid 92 (COM 92).El Tribunal de Cuentas, en su informe final, no ha aceptado estas explicaciones del alcalde de Madrid.

Además de este misterioso contrato, el alcalde reconoció en sus respuestas al Tribunal de Cuentas otros agujeros contables por los que se despilfarraron algunos de los 7.000 millones del presupuesto del consorcio. Por ejemplo, el COM 92 pagó 20 millones a Amnistía Internacional y Music Manager por un concierto que nunca se celebró. Álvarez del Manzano reconoce que el "reembolso" de los 20 millones "no se produjo, por tratarse de una señal, pese a que se había solicitado".

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