Horror en EE UU tras la violación y asesinato de una reina de belleza infantil
Asco, lástima, horror, fascinación: los norteamericanos comparten esos sentimientos al revisar la extraña vida y la horrible muerte de JonBenet Ramsey. Hija de un millonario de Colorado y de una ex miss de Virginia Occidental en 1977, JonBenet ganó todos los concursos infantiles de belleza de Estados Unidos. Su madre la había convertido en una especie de monstruo, con los rubios bucles ondulados en una permanente, las cejas, los ojos y el rostro maquinados como para una velada en Las Vegas, los labios pintados de un rojo intenso, trajes cortos y ajustados y zapatos de tacón alto.
Pero el día siguiente a Navidad, JonBenet, de 6 años de edad, fue encontrada violada, atada y estrangulada en el sótano de la inmensa y lujosa mansión familiar de Boulder.¿Quién mató a JonBenet? Dos semanas largas después del crimen, la policía de Boulder, en el Estado de Colorado, dice no tener ninguna pista, pero, en lo que la mayoría de los norteamericanos considera un guiño, asegura que no existe ningún asesino incontrolado en la zona. ¿Qué quiere decir eso? ¿Señala indirectamente la policía a algún miembro de la familia Ramsey contra el que aún no ha acumulado pruebas suficientes? Las especulaciones, siempre protegidas por espesas capas de algodón, vuelan en los medios de comunicación y en los salones familiares del país.
Ex oficial de la Marina, ex piloto privado y propietario de una compañía de informática que factura 1.000 millones de dólares (130.000 millones de pesetas) al año, John Rainsey encontró el cadáver de su hija en el sótano de la casa horas después de haber denunciado a la policía su desaparición y el hallazgo en el mismo domicilio de una nota manuscrita exigiendo un rescate de 118.000 dólares (más de quince millones de pesetas). ¿Quién escribió esa nota? ¿Por qué esa cantidad, pequeña comparada con la fortuna de Ramsey? ¿Cómo es que ni la familia ni la policía encontraron a la niña en una primera inspección de la vivienda?
Al intrínseco horror del crimen y a los muchos enigmas que lo acompañan, se añade en el caso JonBenet el repentino acceso de muchos millones de norteamericanos al glamouroso y repulsivo mundo de los concursos de belleza infantiles. Incurablemente nostálgica de su propio pasado, Patricia Ramsey, su madre, moldeó a JonBenet a su imagen y semejanza, pero sin darle tiempo al tiempo, añadiéndole una docena larga de años. JonBenet, una muñeca barbie de carne y hueso, sabía vestirse, maquillarse, peinarse, posar, caminar, sonreir, cantar, bailar, seducir...
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