ETA intentó volar la delegación de Hacienda en San Sebastián
Un comando de la organización terrorista ETA colocó en la madrugada de ayer una maleta de viaje cargada con 10 kilogramos de amonal junto a la puerta de acceso al edificio de Hacienda de San Sebastián, en pleno centro de la capital donostiarra. Un comunicante anónimo, que dijo hablar en nombre de ETA, avisó a la Guardia Urbana de la colocación del artefacto explosivo, que fue neutralizado hora y media después por los expertos de la Ertzaintza.
La policía maneja la hipótesis de que los últimos atentados realizados en las tres provincias vascas son obra de un comando itinerante vasco compuesto por activistas legales (no fichados) que contaría con infraestructura de apoyo en las tres provincias.La unidad especial de desactivación de la Ertzaintza neutralizó el artefacto, colocado en pleno centro de la capital donostiarra, después de que un portavoz de la organización terrorista realizara sobre las 1.12 de la madrugada una llamada a la Guardia Urbana para avisar de la colocación de la bomba. La sede de Hacienda de San Sebastián está situada en la calle Okendo, en pleno centro de la capital.
Tras desviar el tráfico y acordonar la zona, la unidad de desactivación halló una maleta de viaje de grandes dimensiones que contenía un artefacto activado en su interior, compuesto por diez kilogramos de amosal, según explicaron fuentes del Departamento de Interior. Los artificieros de la Ertzaintza colocaron cebos en la maleta para intentar neutralizar su mortífero contenido. El trabajo de la unidad especial de explosivos de la policía vasca se prolongó durante más de una hora. El tráfico fue restablecido poco antes de las tres de la madrugada.
La policía baraja la hipótesis de que la banda terrorista ETA disponga de un comando itinerante compuesto por activistas no fichados por la policía y con infraestructura de apoyo en las tres provincias vascas. Este grupo sería el responsable del lanzamiento de granadas en los cuarteles de la policía en Vitoria y de la Guardia Civil en Intxaurrondo, realizadas en diciembre, y la colocada ayer también en San Sebastián. El consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, tras los atentados con granadas en Vitoria y San Sebastián, calificó a este grupo de "un distribuidor que deposita mercancías macabras".
La policía investiga si este grupo está detrás también de la colocación de los tres artefactos en una torre de alta tensión en el término de Sobarzo (Cantabria), el 6 de enero, y de una bomba lapa desactivada por la Ertzaintza el día 5 dentro del motor del vehículo particular de un miembro del Cuerpo Nacional de Policía, en el barrio de Uríbarri de la capital vízcaína.
