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Asalto popular al Parlamento de Bulgaria

El Parlamento de Bulgaria vivió ayer una sesión extraordinaria con decenas de policías antidisturbios luchando a brazo partido por los pasillos contra cientos de manifestantes que reclamaban elecciones anticipadas e intentaron prender fuego al edificio. Dentro de la cámara de sesiones, y en medio de la peste de los gases lacrimógenos que se filtraba por todas las rendijas, los diputados de la mayoría socialista derrotaron una propuesta de la oposición que pretendía sacar adelante una "declaración de salvación nacional" para celebrar elecciones anticipadas.

El actual presidente, Yeliu Yélev, se dirigió anoche a la nación tras regresar de un viaje no oficial a Francia para anunciar que no encargará a los socialistas que formen Gobierno, como estaba previsto que sucediera hoy.Varios miles de personas secundaron el llamamiento de la opositora y derechista Unión de Fuerzas Democráticas (UFD) y rodearon la sede del Parlamento búlgaro ante la negativa del gobernante Partido Socialista Búlgaro (PSB, ex comunista) de votar la propuesta de celebrar elecciones anticipadas. Finalmente la presión popular consiguió que los diputados celebraran una sesión especial.

"Anuncio la votación de la declaración de salvación como el único punto del orden del día en esta sesión extraordinaria", proclamó el presidente del Congreso búlgaro, Blagovest Sendov. Los debates en el interior de la cámara fueron especialmente tensos, pero la sólida mayoría del PSB hizo, por 89 votos contra 46 (además de 58 abstenciones), que fuera rechazada la propuesta de celebrar elecciones en marzo. Los diputados de la UFD abandonaron la sesión después de que su propuesta de voto de salvación" fuera rechazada.

La propuesta también instaba a iniciar negociaciones urgentes con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para poner en pie un programa económico elaborado por un Gobierno multipartidista. La situación económica y social en Bulgaria ha ido de mal en peor en los siete últimos años. Con una inflación del 311% y una caída del PIB de entre el 8% y el 10% en 1996, Bulgaria padece una de las evoluciones económicas más negativas del centro y este de Europa.

El nuevo presidente electo, Petar Stoianov, salido de las filas de la oposición y que debe asumir el cargo el próximo día 22, se solidarizó con los manifestantes y exigió al PSB que abandone el Gobierno y "pida perdón al pueblo". Stoianov advirtió que la gente "está dispuesta a todo, porque tiene hambre y ya no tiene nada que perder".

La oposición búlgara, que ha recogido las exigencias democratizadoras que se viven desde hace casi dos meses en las calles de Belgrado con consignas como "Sofía democrática saluda al Belgrado democrático", acusa al régimen de incapacidad a la hora de frenar una crisis económica que está castigando sobre todo a las clases más desfavorecidas.

Miles de manifestantes, enarbolando banderas rojas y con una orquesta gitana al frente, habían marchado por la mañana hacia el Parlamento reclamando elecciones ya. "El primer ministro es un policía, el país es un campo de trabajo", se leía en una de las pancartas de los manifestantes.

El pasado miércoles, los socialistas nombraron al poderoso ministro del Interior, Nikolai Dobrev, como nuevo primer ministro, después de que Yan Vídenov fuera forzado a dimitir como jefe del Gobierno y líder del partido el pasado 21 de diciembre, tras las severísimas críticas recibidas por su incapacidad para atajar la crisis económica. El PSB creyó que, utilizando a Vídenov como cabeza de turco de las críticas, podría mantenerse en el poder hasta concluir el periodo parlamentario, a finales de 1998. Los hechos de estos días, y especialmente de ayer, demuestran que lo tendrá muy difícil.

Cordón policial

Un grupo, de manifestantes logró romper el cordón policial en torno al edificio y penetró en la sede parlamentaria. Las fuerzas de seguridad intentaron bloquear el avance de los manifestantes con tablas, armarios y todo tipo de muebles. Los agentes antidisturbios se emplearon a fondo con mangueras y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, pero varios centenares de ellos entraron en, el inmueble y prendieron fuego en el vestíbulo.La protesta se saldó con al menos 24 personas heridas entre policías y manifestantes. Una de ellas, un obrero se encontraba anoche en estado crítico según fuentes del hospital Pirogov. Ayer fue sin duda la manifestación más violenta de las celebradas desde hace una semana por todo el país. La oposición ha convocado esta oleada de protestas con el fin de forzar el adelanto electoral.

El alcade de Sofía, Stefan Sofianski, llegó a la sede del Parlamento para intentar calmar los ánimos e instó a los manifestantes y a la propia policía a refrenar la violencia, pero anoche, los parlamentarios de la UFD abandonaron el edificio para *sumarse a los manifestantes y protegerles con su presencia de una posible violenta intervención policial. "Vamos a empezar los preparativos para una huelga política nacional y creemos que todo el mundo va a participar en ella", declaró Ivan Kostov, líder de la UDF.

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