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Una exposición revisa la arquitectura de los años cincuenta en Barcelona

El CCCB exhibe trabajos de Coderch, Sostres, Moragas y Bohigas

El Grupo R fue una asociación de arquitectos que entre 1951 y 1961 reunió en Barcelona a profesionales de distintas generaciones cuyo objetivo común era la defensa de "la arquitectura moderna". No fueron los únicos que luchaban contra el academicismo y el historicismo que propugnaba el régimen, pero la relevancia de algunos de sus integrantes -desde J. A. Coderch a Oriol Bohigas, pasando por Josep Maria Sostres y Antoni Moragas- y la influencia que tuvieron en las generaciones posteriores otorgan a este grupo un papel significativo dentro de la arquitectura catalana. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) dedica hasta el 31 de agosto una exposición documental a este histórico grupo.

"Era un grupo diverso y heterógeneo que tenía un ideario muy genérico centrado en la idea de recuperar la modernidad`, comenta Jorge Torres, comisario junto con Elvira Maluquer y Carme Rodríguez de Grupo R Una revisión de la modernidad, 1951-1961. "No hay manifiestos ni documentos programáticos. Lo que intentaban era promocionar la arquitectura moderna y también promocionarse ellos mismos, pero no hay una unidad de modelos arquitectónicos".El grupo estaba integrado por dos generaciones de arquitectos. La más vieja la constitutían los que se habían titulado en los años cuarenta y que enlazaban más directamente con la tradición racionalista de la preguerra, entre los que figuraban Josep Pratmarsó (que fue el presidente del Grupo R), J. A. Coderch, Antoni Moragas, Manuel Valls, Joaquim Gili, Josep M. Sostres, Francesc Bassó y Josep Antoni Balcells. El sector más joven, que incluía a titulados a principios de los años cincuenta, estaba integrado por Oriol Bohigas, Josep Martorell, Guillermo Giráldez, Manuel Ribas, Pau Monguió y Francesc Vayreda.Muestras históricas

La exhibición, con montaje de Fernando Marzá y Jorge Torres, se estructura a partir de dos grandes ámbitos en los que se recrean la primera y la última de las cuatro exposiciones que organizó el grupo, que eran, junto con las tertulias que realizaban sus miembros, su principal actividad y también la única forma en que daban a conocer sus trabajos y su - ideario a un público amplio. En ellas se exhibían principalmente fotografías -realizadas en su mayoría por Francesc Catalá-Roca-, maquetas y planos de las obras que realizaban los integrantes del grupo u otros arquitectos afines, y en algunos casos esculturas, pinturas, cerámicas o piezas de diseño industrial.

Algunas de las obras arquitectónicas más significativas que están representadas en la exposición son el bloque de viviendas Casa de la Marina, en la Barceloneta (1951-1954), realizado por Coderch y Manuel Valls; el edificio de la Editorial Gustavo Gili en Barcelona (1954-1959), de Francesc Bassó y Joaquim Gili; el edificio de la Facultad de Derecho de Barcelona (1957-1958), de Quillermo Giráldez, Pedro López Iñigo y Xavier Subias; las casas Iranzo (1955-1956) y Moratiel (1956-1957), de Josep Maria Sostres, en Barcelona; el hotel Park de Barcelona (1950-1953) y el cine Fémina (1950-1952), de Antoni de Moragas, y el grupo de viviendas obreras de la calle del Pallars de Barcelona (1958-1959), de Bohigas-Martorell.

El grupo no estuvo exento de tensiones internas y abandonos prematuros, como el de Coderch, y tampoco cuajó el intento de ampliar su radio de acción a sus colegas madrileños. En 1960, la arquitectura moderna, en sus múltiples y discutidas tendencias, estaba triunfando ya en España y el grupo, sin ideario común, había perdido su razón de ser. "La influencia del Grupo R ha sido muy importante", comenta Jorge Torres. "Gran parte de los jóvenes que trabajaban en los estudios de la gente del grupo son los que ahora construyen y tienen prestigio".

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