La oposicion exige democracia a Fujimori
La oposición al Gobierno de Alberto FujimorI, en su primer pronunciamiento conjunto desde el comienzo de la crisis de los rehenes, ha convocado a un amplio diálogo nacional sobre la justicia social, los derechos humanos y la plena vigencia de la democracia como única fórmula capaz de sacar a Perú del camino de la violencia y encaminarlo hacia una paz duradera. Apremian el profundo debate representantes de la UPP (Unión por el Perú), liderada por el ex secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar, de los partidos tradicionales APRA y Acción Popular, y de Izquierda Unida.
ENVIADO ESPECIAL,Cuando se cumplen hoy 22 días del asalto a la residencia del embajador japonés en Lima por el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), se mantiene el mutismo gubernamental sobre el contenido de las negociaciones. En la lucha por silenciar las demandas del MRTA, fueron detenidos ayer un periodista de la cadena japonesa de televisión Asahi y su intérprete peruano. Ambos habían burlado el cordón policial de la calle Edison y mantenido una entrevista con Néstor Cerpa Cartolini, Comandante Evaristo, en el interior de residencia tomada. "El cargo que aparece en la boleta (oficio) de detención es terrorismo", informó su abogado, Augusto Linares.Y mientras Fujimori trata de comunicar al mundo una imagen de "normalidad", con un recorrido en furgoneta por pueblos cercanos a Lima, y una fugaz visita propagandística al penal Miguel Castro Castro, que aloja a 90 presos del MRTA, la oposición aconseja sensatez en el manejo de una crisis que mantiene en vilo a Perú, y se prolonga en el tiempo sin que "se vislumbre una diálogo nacional que permita una salida pacífica que garantice la integridad de los rehenes".
A ella se refirió la noche del miércoles, sin mayores precisiones, el presidente del Consejo de Ministros, en un breve mensaje al país por radio y televisión. Alberto Pandolfi insistió en la disposición de Fujimori de "agotar todos los medios posibles" para lograr un final pacífico, y apuntó también que la retención de empresarios japoneses por parte del MRTA puede obedecer a un intento de cobrar rescate, intención apuntada hace varios días por el diario nipón Mainichi. El portavoz del Gabinete subrayó la tesis oficial: el ataque a la casa diplomática "es un acto terrorista aislado".
No lo considera tan aislado el documento firmado por 20 diputados del núcleo opositor, publicado después de que la mayoría gubernamental en el Parlamento hubiera aprobado una nueva resolución de apoyo incondicional a las eventuales medidas dispuestas por Fujimori en la solución de la crisis. Cuatro congresistas fueron más allá y, en una carta pública, dieron a entender que en aras del interés nacional puede llegar a ser legítimo el uso de la violencia para liberar a los 74 rehenes en manos del MRTA. "¿Que razón de Estado podría ser invocada para aumentar el riesgo que hoy pende sobre esas 74 personas, si correspondía justamente al Estado la seguridad de un evento (la recepción conmemorativa del cumpleaños del emperador japonés Akihito) que reunía a más de 700 personas?", se preguntan los partidos de la oposición.
Tampoco hay respuestas sobre el destino del periodista de la TV Asahi, Hitomi Ysuyoshi, y de su intérprete, Víctor Borja, detenidos en una comisaría de la Dirección Contra el Terrorismo, después de haber escalado varios tejados para no ser vistos por la barrera policial de guardia y descolgarse por una azotea hasta los porches de la puerta principal de la residencia diplomática bajo asedio. Para asegurar el éxito de su incursión, Ysuyoshi y Borja penetraron en una vivienda de la zona, cuyo dueño autorizó la estancia, y allí permanecieron varias horas, hasta el momento oportuno.
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