Yeltsin se resiste a las ideas atlantistas de Kohl

Las conversaciones sobre los planes de ampliación de la OTAN, a los que el Kremlin se opone categóricamente, celebradas ayer entre el presidente ruso, Borís Yeltsin, y el canciller alemán, Helmut Kohl, terminaron sin grandes progresos, a pesar de las declaraciones optimistas de este último. Yeltsin y Kohl discutieron durante una hora y cuarto los problemas de seguridad del continente europeo, así como las relaciones germano-rusas.

"Juntos buscamos una solución a este problema [de la ampliación de la OTAN]. Acordamos seguir discutiendo en el futuro este asunto", dijo lacónicamente Yeltsin a su secretario de prensa, Serguéi Yastrzhembski.Kohl fue más optimista y dijo que hay "un par de ideas" que discutirá con sus colegas de la OTAN por teléfono en los próximos días. "Creo que este año encontraremos una solución racional que haga posible la ampliación de la OTAN y al mismo tiempo respete los intereses de seguridad" de todos, añadió.

No será fácil, sin embargo, convencer a los militares rusos. Krásnaya Zvezdá (Estrella Roja), el órgano del Ejército ruso, publicó ayer en primera página un artículo de Nikolái Píshchev, primer vicejefe del Estado Mayor General, en el que éste explica por qué Moscú no puede permitir la ampliación de la OTAN hacia el Este. El hecho de que el artículo haya aparecido el mismo día que llegaba Kohl a Moscú no es casual. Se trata de una presión más de los militares para que Yeltsin no ceda en este delicado tema.

El general Píshchev desarrolla fundamentalmente tres ideas. Primero, la esencia de la OTAN no ha sufrido modificaciones esenciales desde la guerra fría; segundo, dada esta constatación, ampliación de la OTAN hacia Este significa un aumento de las amenazas, y tercero, si a pesar de todo la OTAN se acerca a las fronteras de Rusia, el Kremlin se verá obligado a adoptar la respuesta "adecuada".