Buscando el Musical
Vicente Escrivá fue un buen escritor, de las líneas mediterránea y falangista -escritura limpia y estetizante-, que fue productor de cine de éxito -de dinero- y luego director de toda clase,- desde la arrobada Dulcinea hasta El virgo de la Visenteta; y recuperó su hálito de la antigua derecha hace tres o cuatro años con la serie de televisión Lleno, por favor (¿se acuerdan? la gasolinera...) al cumplir los 80 años.Ahora ofrece una zarzuela, llamada musical -se busca un género-, sobre Goya y su maja: si hay necesidad de buscarle alguna política, es la de que la corte está, o estaba, corrompida, con el grotesco Carlos IV y la insaciable María Luisa y sus guardias de Corps, y el Gobierno. de uno de ellos -Godoy, claro-; y la iglesia, y la- nobleza. Bajo lo cual sufría el pueblo; y bajo las supersticiones.
La maja de Goya
De Vicente Escrivá, música de Fernando Arbex. Intérpretes: Pedro Ruy Blas, Gemma Castaño, Kirby Navarro, Juan Manuel Chiapella, Chiqui Fernández, Pep Guinyol, Fernando de Juan, José Truchado, Alberto Aliaga, Odette Bilbao, Luz Bolaños, Eva Diego, Carlos Fernández, Hugo Fernández; Baltasar Fonts, Miguel Angel Gamero, Juan Luis García, Yolanda González, María Jesús Herranz, Javier Ibarz, Belén Marcos, Luis Amando Martínez, María José Oquendo, Francisco Rivero, Manuel Rodríguez, Rosario Ruiz, Montserrat Vega, Teresa Villuendas, Mayte Yerro. (Actores de movimiento, ballet, orquesta). Director musical: Santiago Trotti. Escenografia: Gerardo Trotti. Coreografía Manuel Segovia. Figurines: Marta Martín Lázaro. Dirección escénica: Vicente Fuentes. Teatro Nuevo Apolo. Madrid.
Género internacional
El espacio de la comedia musical no da más de sí, ni pretende ninguna clase de complejidad: la duquesa de Alba tira de Goya, que cae en ella un poco más que en otras, hasta que la ve morir en sus brazos. El apoteosis final es de la aclamación de Goya por el pueblo como su presunto salvador. Se puede convenir en que él, en efecto, desenmascaró los personajes de la corte y pintó una verdadera España. Lo cual le conduciría al exilio: pero eso pasa ya después de la comedia.O musical, como se dice ahora, por simplificación. Es un genero que se refiere principalmente al teatro casi ópera que se estrena en Londres y Nueva York, y al que acuden espectadores desde España con bastante frecuencia. Ejemplos, El fantasma de la ópera o Los miserables. Quiere decirse que esta zarzuela no cae, o muy poco -casi por alusión- en los temas españoles, a pesar de un argumento tan castizo, sino en lo que el género citado tiene de internacional: quizá cae en su imitación y en el deseo de buscarlo a la española.
Es agradable de oír, aunque quizá no deje mucha huella. Los cantantes están bien elegidos: Pedro Ruy Blas es un muy buen barítono, o tenor abaritonado, y están muy bien las tiples Gemma Castaño y Kirby Navarro; todos -muy numerosos, con los coros- están bien conjuntados.
El micrófono desprestigia su buen trabajo: no son siquiera micrófonos de apoyo, sino bien abiertos. Con la orquesta, con la buena coreografía del ballet, forman un conjunto bastante más agradable que el de la zarzuela clásica, y mucho más estudiado de lo que se suele llamar aquí comedia musical. La he visto un sábado con público de taquilla y el teatro lleno, y gustó, como sus intérpretes, notablemente.
Babelia
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