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Crítica:CINE 'PINOCHO, LA LEYENDA'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Traición a un clásico infantil

En 1881, el florentino Carlo Lorenzini, más conocido como Carlo Collodi, comienza a publicar por entregas Las aventuras de Pinocho, la obra que le hace famoso, en un semanario infantil de Roma. Dos años después, se edita por primera vez en forma de libro con ilustraciones de Mazzanti, pero hay que esperar hasta la edición de 1911 para que las ilustraciones de Attillo Mussino creen su más duradero aspecto visual. El gran atractivo de las aventuras de una traviesa marioneta animada de madera, que cada vez que miente le crece la nariz, reside en la gran crueldad que encierra, en que incluso a mitad del relato las cosas le van tan mal a Pinocho que llega a suicidarse; unido a la gran imaginación demostrada por Carlo Collodi al desarrollar las aventuras de su peculiar héroe infantil.Pinocho es uno de los grandes clásicos de la literatura infantil, ha sido traducido a todos los idiomas y ha sido objeto de variadas adaptaciones teatrales, de la excelente película Pinocho (1941), obra maestra de Walt Disney en el terreno del dibujo animado, y de la estupenda serie de televisión Las aventuras de Pinocho (1971), de Luigi Comencini.

The adventures of Pinocchio

Director: Steve Barron. Guionistas: Sherry Mi1ss, Steve Barron, Barry Berman. Fotografia: Juan Ruiz Anchía. Música: Rachel Portman. Reino Unido, Francia, Alemania, 1996. Intérpretes: Martin Landau, GenevIeve Bujold, Rob Schrieider, Udo Kier, Bebe Neuwith, Corey Carrier, Jonathan Taylor Thomas. Estreno en Madrid: Rialto, Proyecciones, La Vaguada, Real Cinema, Lido, Liceo, Cristal, Excelsior, Plaza Aluche.

Avances por ordenador

Pinocho, la leyenda, la última versión cinematográfica de la obra de Collodi, es una coproducción entre el Reino Unido, Francia y Alemania rodada en la República Checa con un amplio presupuesto. Sin embargo, parece una película realizada más para demostrar lo mucho que se ha avanzado en el terreno de los dibujos animados realizados con ordenador y mezclados con imágenes reales, que para dar una nueva y personal versión.

En su calidad de director y coguionista, Steve Barron aparece como el gran culpable de la falta de calidad de esta nueva versión de Las aventuras de Pinocho. Cuenta en su haber con numerosos videoclips, pero también con dos películas tan terribles como Sueños eléctricos (1984) y Tortugas Ninja (1989). Su último trabajo se sitúa a la misma reducida altura de los anteriores.

En primer lugar, muestra muy poco respeto por la obra de Carlo Collodi, desprecia la dureza del original para hacer una versión muy blanda llena de una pringosa sensiblería y en ningún momento consigue darle el menor tono personal. Al mismo tiempo, con sus toscos juegos de planos subjetivos, abusos de primeros planos y predilección por los planos inclinados, demuestra su poca habilidad narrativa como realizador.

Otra buena prueba de la poca solvencia de Steve Barron es su falta de habilidad para dirigir actores. Consigue que el siempre mesurado y excelente Martin Landau resulte excesivo en su creación de Gepeto y que Genevieve Bujold no esté bien en el personaje inventado de Leona, por lo que lo mejor es la actuación del dibujo animado protagonista. Cabe citar la buena fotografía del español Juan Ruiz Anchía y los estupendos efectos especiales realizados por la factoría del desaparecido Jim Henson.

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