Tupac Amaru contra Sendero Luminoso
Estrategia y crueldad diferencian a los principales grupos terroristas de Perú
Sendero Luminoso aún asesina a pedradas y palazos o convoca en su plaza mayor a los vecinos de las aldeas tomadas para que presencien en silencio el degollamiento de los campesinos considerados como soplones o traidores. Nuevamente, este sábado, el procastrista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) ha protestado por que se le equiparase con las partidas de Abimael Guzmán, más inspirado en sus propias demencias que en la doctrina maoista de que hace gala."Guste o no guste, son dos grupos muy diferentes", subraya el abogado español Miguel González del Río, que defiende a presos del MRTA o de Sendero arrepentidos o considerados inocentes por su despacho. El MRTA asalta bancos, cobra rescate por empresarios secuestrados -asesinó a varios durante el cautiverio-, ajustició a disidentes y no duda en disparar contra un soldado puesto a tiro, pero su terrorismo dista mucho del practicado por las columnas senderistas que cuatro días atrás machacaron con pedruscos a una familia campesina del Norte.
"Es cierto que el MRTA ha secuestrado y ha cometido acciones terroristas como colgar a homosexuales, ladrones o drogadictos", admite González del Río, de 54 años, que llegó a Perú de niño, ex director de prisiones y durante un tiempo asesor de Alberto Fujimori en asuntos de narcotráfico. "Pero mientras para el MRTA la acción terrorista es un, medio para conseguir un fin, cambios o dinero, para Sendero es un medio en sí mismo: someter a la población por el terror".
Sendero Luminoso no secuestra a cardenales en Mercedes y exige rescate a la curia, sino que las milicias del presidente Gonzalo asesinan a párrocos de iglesia, monjas y frailes, y rebanan el pescuezo a dirigentes sindicales y reclutan a punta de fusil a huérfanos de sus víctimas para acentuar las contradicciones y arrasar con las estructuras del Estado, paso previo al nacimiento de la República Popular de Nueva Democracia.
Miguel González pone un ejemplo asiático para marcar las diferencias entre unos rebeldes que no admiten unirse a otros y el MRTA, de ideología marxista más tradicional y en tiempos miembro del Batallón América, una internacional guerrillera que agrupó al colombiano M-19 y al ecuatoriano Alfaro Vive. "No es posible equiparar a un camboyano de los Jemeres Rojos con un vietnamita". Los jemeres de Pol Pot asesinaron a dos millones de personas como parte de una estrategia de patrón único. Abolieron el dinero y las bibliotecas' albergaron chiqueros para los cerdos. "Los vietnamitas tiraron bombas y mataron a niños. También lo hizo el Ejército de EE UU y no por eso es un Ejército terrorista". Contrariamente a otras opiniones, González del Río y el experto en terrorismo Carlos Tapia niegan la alianza del MRTA con el narcotráfico.
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