El Gobierno negocia en secreto con para que no se descuelgue de la reforma sanitaria

El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, se reunió en secreto con representantes socialistas para intentar convencerles de que no abandonen la mesa negociadora sobre el Sistema Nacional de Salud y participen en la reforma sanitaria, que en ningún caso llevarán a que la Sanidad pierda su carácter universal y gratuito. El PSOE, ante la reacción del Gobierno, ha decidido esperar antes de cumplir su amenaza de abandonar la ponencia que estudia en el Congreso la reforma. El Ejecutivo ha frenado dos decretos sobre nuevas formas de gestión del Insalud como prueba de "buena voluntad".

"Si el Gobierno no da garantías de que mantendrá el carácter público de la sanidad iremos al conflicto abierto", advierte el portavoz del grupo parlamentario socialista, Joaquín Almunia.A pesar de las duras advertencias, el PSOE reconoce que la situación no es lineal y que dentro del Partido Popular (PP) ha detectado con nitidez dos líneas: la privatizadora y la acorde con mantener la sanidad con carácter público. En esta última se encuentra el ministro José Manuel Romay, pero no todos sus colaboradores, según el PSOE. El ministro se ha reunido durante los últimos días en secreto con representantes socialistas inmediatamente después de que el PSOE amenazara con abandonar la ponencia parlamentaria que estudia reformas en el sistema público de Salud.

El ministro estuvo acompañado por el subsecretario, Enrique Castellano y el portavoz parlamentario, César Villalón. Por parte socialista acudió la ex ministra de Sanidad Ángeles Amador y el diputado y responsable de esta materia en el PSOE, Alejandro Cercas. "Se indicó a los representantes socialistas que el Gobierno no pensaba en privatizar, sino en la mejora de la gestión por lo que se les pidió que no abandonaran la ponencia", según fuentes gubernamentales.

Además, el ministro les solicitó expresamente que "no utilizaran la Sanidad como arma política para menoscabar la acción del Gobierno", informaron estos interlocutores.

El PSOE, por su parte, reconoce y agradece la actitud conciliadora de los últimos días, especialmente del ministro y del portavoz Cesar Villalón. En la pasada legislatura este parlamentario recibió algún reproche de sus máximos dirigentes en esta materia, como era Enrique Fernández Miranda, actual vicepresidente del Congreso, al considerar su actitud excesivamente dialogante con la entonces Ministra Amador.

Lo cierto es que Villalón mostró expresivamente su consternación al conocer el posible plante del PSOE. "No hay nada que temer", señalaba Villalón en los pasillos del Congreso.

Cierto es que llueve sobre mojado porque desde el comienzo de la legislatura el PSOE ha mostrado su resquemor respecto a la utilidad de esta ponencia, que deberá redactar sus conclusiones antes de las vacaciones veraniegas. La percepción de que en el seno del PP se libra una batalla soterrada en este campo es otra de las razones por las que el PSOE aguardará un tiempo antes de tomar decisiones drásticas."El ministro se mueve en ciertas contradicciones y quizá nos toque ayudarle", afirma Almunia.

El portavoz socialista no pone en duda la voluntad de "consenso" del titular de Sanidad, pero las medidas que va tomando "indican lo contrario". Si no da muestras de que no van a privatizar "iremos al conflicto abierto", señala Almunia, respaldado por la Comisión Ejecutiva Federal. El PSOE hará firme su advertencia de marcharse si el Gobierno sigue aprobando leyes sin pasar por la ponencia.