La capital tendrá un nuevo vertedero privado que cobrará el doble

Madrid - 29 dic 1996 - 00:00CET

La jubilación del vertedero de Valdemingómez le va a salir cara al Ayuntamiento de Madrid. Los tres grupos de empresas que se han presentado al concurso para construir y explotar el nuevo almacén de basuras de la ciudad han fijado unos precios que oscilan entre las 2.444 y las 6.078 pesetas por cada tonelada de basura trata da, que deberá pagar el municipio.El Ayuntamiento abona este año 1.307 pesetas por cada 1.000 kilos de basura que llegan a Valdemingómez; la factura anual por este servicio alcanza los 1.051 millones de pesetas. Con los nuevos depósitos de basura, la minuta rondará los 2.000 millones de pesetas.

"El sobreprecio es consecuencia de las exigencias de mejora en el tratamiento de los residuos que nos hemos impuesto. Sólo con la impermeabilización de los depósitos se encare ce mucho la obra", explica el concejal de Limpieza, Luis Molina (PP). "Además, las empresas darán al Ayuntamiento muchas más ventajas que ahora".

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Este gasto extra es irremediable pues el basurero más grande dé Madrid está agotando su capacidad tras 19 años de vida y 13.000 millones de toneladas almacenadas. Los más optimistas auguran su cierre definitivo para dentro de 18 meses. Cuando se firme la defunción tendrá que estar abierto el nuevo, más moderno y menos insalubre. Las. empresas que pugnan por el contrato de la basura han tenido que diseñar un gran vertedero con numerosas celdas independientes e impermeabilizadas para cumplir la futura normativa europea sobre estas instalaciones. PASA A LA PÁGINA 3

Condiciones económicas

El nuevo vertedero crecerá también junto a la incineradora de Valdemingómez

El vertedero de Valdemingómez morirá lentamente. El edil de Medio Ambiente, Adriano García Loygorri, tiene un plan para resucitar el basurero. Ayer se puso en marcha. El Ayuntamiento reservó 25 millones de pesetas para analizar los gases que almacena el viejo depósito. "Una vez que sepamos, mediante los sondeos que vamos a encargar, la cantidad de gas metano que se acumula entre las capas de tierra del vertedero, instalaremos un sistema de extracción de esos gases. Luego crearemos una pequeña central térmica para producir energía". La ilusión de García Loygorri es conseguir dinero suficiente con la venta de esa energía para reforestar el antiguo vertedero y convertirlo en parque.

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