Las normas del mercado
Todos los partidos políticos se beneficiarán del reconocimiento legal de la condonación de las deudas a través de la ley que los propios grupos llevarán al Congreso de los Diputados. Ha sido, sin embargo, el PSOE el que ha dado: argumentos de todo tipo al Tribunal de Cuentas para que deje de considerar "financiación irregular" el perdón de deudas por parte de las entidades bancarias. Los socialistas han sugerido que se incorpore esta posibilidad a la norma que regulará la financiación de las fuerzas políticas.En sus alegaciones, el PSOE dice: "La Ley 3/1987 de Financiación no hace mención alguna sobre la forma, características o requisitos que han de reunir las cancelaciones de los créditos, por lo que nada impide que estas operaciones puedan llevarse a cabo en los términos y prácticas que rigen en el mercado, salvo que se considere a un partido político de distinta, cuando no peor, condición respecto de cualquier otra persona física o jurídica respecto de esta materia".
El PSOE insiste en que la condonación de deudas no puede considerarse como una aportación privada de dinero, puesto que para que ésta se dé ha de producirse necesariamente la entrega de un bien o servicio, "circunstancia que no concurre en el caso que nos ocupa".
El responsable de Administración y Finanzas del PSOE, Francisco Fernández Marugán, describe la actual situación: "El partido político contabiliza y no paga, mientras que el banco provisiona y no cobra. Por eso casi todos ellos tienen esos créditos en suspenso". Llegadas las cosas a este punto dice lo siguiente: "Tenemos que planteamos el problema del endeudamiento acumulado, actuando para reducirlo y, si es posible, hacerlo desaparecer en un tiempo razonable".
Cambios de nombre
Fernández Marugán utiliza todo un arsenal de argumentos para explicar la acumulación de deudas. Desde que su financiación se reguló diez años después de que empezara la transición democrática, hasta que algunos grupos cambiaran de nombre y con la desaparición de su identidad inicial se diluyeran sus deudas y empezaran de cero.En todo caso, la situación de endeudamiento ha ido moderándose, "puesto que hoy la cuantía ha tocado techo, manteniéndose ahora en niveles similares a los de 1987.
La situación más generalizada, por otra parte, es la de que los partidos han ido pagando el capital de los créditos solicitados, mientras que dejaban de abonar los intereses.
Los parlamentarios de la Comisión Mixta de Relaciones con el Tribunal de Cuentas prevén que ningún partido pedirá al banco descaradamente que perdone todas sus deudas, sino que tratará que se borren los intereses. Mejor eso que no cobrar nada, interpretan que dirán los bancos.
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