El horror de las cárceles peruanas
Los presos de Tupac Amaru sufren condiciones inhumanas
En la prisión de Yanamayo, edificada a 3.800 metros de altura y distante 800 kilómetros de Lima, se hiela y pena de por vida la súbdita estadounidense Lori Helene Berenson culpable de "traición a la patria". Víctor Polay Campos fundador del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru MRTA cumple cadena perpetua por terrorismo en un rectángulo de cemento armado de tres por dos, excavado a ocho metros bajo tierra en la base naval del puerto de El Callao, en los extramuros de la capital peruana. Aunque el comando que desde hace ocho días ocupa la Embajada japonesa exige la liberación de sus más de 400 compañeros presos, una sustancial mejora del duro régimen penitenciario sufrido por éstos será una exigencia fundamental de los secuestradores en sus negociaciones con el Gobierno.Los excesos de las fuerzas armadas en la represión del terrorismo han sido mayúsculos y no pocas veces impunes, pero habiendo sido tantas y cercanas las bombas, barbaridades y sangre vertida por el maoista Sendero Luminoso y, en menor medida por el MRTA, la mayoría de los limeños demuestra poca compasión con los presos. "Que se pudran allí", es un deseo que se escucha bastante en las calles. No es ese el criterio de la Cruz Roja Internacional de los grupos humanitarios que, sin entrar a considerar las irregularidades observadas en los procesos, o la larga duración de las penas impuestas por delitos sin sangre, invocan el cumplimiento de los convenios y tratados internacionales.
En todos sus comunicados desde la toma de la sede diplomática, el MRTA denuncia las cárceles tumbas peruanas y el "ensañamiento ejercido contra los sentenciados". El investigador Carlos Tapia, que conoce como pocos los entresijos de la violencia de Sendero Luminoso y del MRTA se pregunta: "¿Por qué el Gobierno no le da al señor Víctor Polay Campos a la dirigencia del MRTA que está presa, las mismas condiciones de carcelería que se les dio a Abimael Guzmán (cabecilla de Sendero) y a Osmán Morote?"
Tapia asegura que la dirección de Sendero Luminoso que se adhirió y llamó a la desmovilización de sus filas sufre prisión en mejores condiciones que Polay y la gente del MRTA. Entonces, según este analista se quiso presentar como rendido al movimiento terrorista inspirado en Mao para ganar votos.
El comando del MRTA en la residencia del embajador japonés pide un contacto telefónico
con Polay y los otros dirigentes. Tapia subraya que si las conveniencias políticas aconsejaron al Gobierno aquella confesión, "ahora que el objetivo es garantizar la vida de los rehenes y avanzar hacia la pacificación, no nos podemos poner más duros de lo que nos pusimos con Abimael Guzmán".
Las cárceles peruanas para los reos culpables de terrorismo son muy rigurosas, cuando no inhumanas. De acuerdo con el MRTA y también con muchas fuentes oficiales la prisión de El Callao fue diseñada para tratar de derrumbar física, psíquica y moralmente a los presos.
Sus ocho celdas de base rectangular miden tres metros de largo por dos de ancho. En la base de la puerta, metálica se abre una mirilla para empujar la bandeja de los alimentos y evitar así el contacto físico con los guardianes y acrecentar la sensación de aislamiento.
Las celdas no tienen luz artificial. A dos metros de altura por encima de la puerta, una ranura de 15 centímetros de ancho permite, a modo de tragaluz y durante poco tiempo, la entrada de la luz natural directa. Luego, la penumbra o la oscuridad total. Cámaras de vídeo en permanente funcionamiento vigilan a los presos, que cuando ingresan al penal deben permanecer un año en total aislamiento. Cumplido ese castigo tienen derecho a un paseo diario de 30 minutos y a leer en esa media hora la Biblia o los textos entregados por la guardia. Dentro, nada. El paseo es solitario: uno a uno para que los reclusos no se vean durante el cautiverio. Ni radio ni televisión.
Vladimiro Montesinos, principal asesor del presidente Alberto Fujimori en espionaje interno y operaciones especiales, se entrevistó en la cárcel con Polay a quien ofreció atemperar su penuria carcelaria a cambio de un llamamiento público a la desmovilización del MRTA. También debía reconocer por escrito su arrepentimiento. Lo hizo Guzmán cuya muerte pronosticó Fujimori para el año 2000, dadas las duras condiciones de vida sufridas en el penal. No aceptó Polay.
La severidad impuesta en el resto de las prisiones donde cumplen condena los demás emerretistas es también extrema. "Pero como no hay nada escrito para que no pueda llevarse a los tribunales, todo depende de las instrucciones recibidas y del propio alcalde de la prisión" dice una periodista local. A los presos, hombres o mujeres no se les permite tener peines, espejos o fotos de los hijos, ni abrazar a éstos cuando llegan a la visita mensual.
Lori Helena Berenson de 27 años, condenada por su militancia en el MRTA está encarcelada en el departamento andino de Puno, que registra temperaturas de hasta 10 grados bajo cero, en un invierno de ocho meses. Las ventanas todavía no tienen cristales. Al igual que en El Callao, pasan veintitrés horas y media en la celda al día, y deben arreglarse con cuatro litros de agua por jornada para beber, asearse y limpiar la suciedad del agujero-retrete.
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