Desalojada una discoteca de Barcelona que rebaso en 2.400 personas su aforo legal
La Guardia Urbana desalojó en la madrugada del sábado la discoteca Extravaganxa, situada en la calle Balmes de Barcelona, porque el aforo autorizado de 500 personas se sobrepasó en 2.400. La intervención de la policía se produjo por una llamada que alertaba de que el citado local estaba saturado de público. Mientras se iniciaba el desalojo, el calor humano de casi 3.000 personas elevó la temperatura del interior del local hasta tal punto que se activaron los mecanismos antiincendios y los aspersores soltaron agua.Los primeros en comprobar que en el local no cabía ni un alfiler fueron los dos agentes de la patrulla de la Guardia Urbana que llegaron a las 03.40 de la madrugada del sábado. No consiguieron entrar por la aglomeración de personal ya en la puerta de acceso. Así que optaron por reclamar la presencia del responsable de la discoteca y le comunicaron el desalojo del local ante la evidencia del peligro que comportaba tal saturación.
El desalojo se inició a las 03.45 horas y se prolongó hasta las 04.30. Los agentes controlaron -y contaron- saliendo del local un total de 2.900 almas. Fue precisamente el movimiento de tanta gente lo que provocó el aumento de la temperatura del local hasta el punto de, desencadenar la activación de los sistemas contra incendios. Así, los aspersores de agua se pusieron en marcha y parte del público que abandonaba el local salía empapado.
Fuentes de la Guardia Urbana precisaron que pese a la aglomeración y la orden de desalojo no se produjo ningún incidente. Tampoco en la calle Balmes, que a esa hora no registraba mucho tráfico de vehículos.
El encargado del local manifestó ayer que en la discoteca no había tanto personal como sostuvo la Guardia Urbana. Según su versión, el local tiene una capacidad de 1.000 personas y en el momento del desalojo se encontraban en el interior unas 100 más. Añadió que la llamada de aviso a la Guardia Urbana la realizó una persona a la que no se le permitió la entrada en el local por estar ebrio. Según la policía, la llamada se llevó a cabo desde una cabina telefónica.
Pero el desalojo fue momentáneo. En cuanto la policía municipal desapareció de la calle, decenas de jóvenes volvieron a entrar en el local. Alrededor de las nueve de la mañana de ayer, la Guardia Urbana recibió otra llamada de vecinos de la zona quejándose del ruido y agentes de policía volvieron a ordenar el desalojo de la discoteca.
Abierto hasta la mañana
Pese a que los locales afterhours no están permitidos, hay establecimientos que funcionan, en la práctica, casi como tales. Entre ellos, Extravaganza. Eso es lo que sostienen vecinos del local que ayer reiteraron sus quejas por el ruido y las molestias de los locales situados en esa zona del Eixample.Desórdenes, daños y denuncias de consumo de drogas centran las protestas de los vecinos, que muchas veces ven salir a gente de los locales a las diez de la mañana. Ayer, después del desalojo, la Guardia Urbana comunicó lo ocurrido al juzgado de guardia de la ciudad.
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