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Tribuna
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La conciencia

Juan José Millás

Si el hígado insistiera en imponer su hecho diferencial al resto del organismo, la bilis inundaría la cavidad abdominal y, desbordando los conductos císticos o colédocos que le asigna la constitución corporal, anegaría los pulmones y nos saldría por los ojos. Le sobra fuerza, si quisiera, para hacernos volar en pedazos. De hecho, se trata de la víscera más voluminosa (ocho centímetros de espesor) y llega a pesar un kilo y medio en los cadáveres. Sin embargo, aun poseyendo una consistencia más sólida que los órganos vecinos, se deja deprimir por ellos mientras produce los jugos culturales necesarios para la digestión enteral.Y si los riñones se cansaran de estar detrás del peritoneo, que es por otra parte desde donde mejor funcionan, y decidieran ocupar, por ejemplo, el lado anterior de la cavidad abdominal, producirían en la zona una desorganización de incalculables consecuencias. Podrían argumentar, por qué no, que se sienten colonizados por las pirámides de Malpicio o las columnas de Bertini, que eran dos señores de apellido extranjero. Pero ahí están, drenando sin parar, pues no ignoran que una pequeña parada de su secreción provocaría un envenenamiento masivo por sustancias retenidas.

Según la nueva medicina, las vísceras tienen conciencia, de, ahí que sean solidarias. La precisión del páncreas o la eficacia del bazo serían imposibles de conseguir a base de medidas disciplinarias. Actúan como actúan porque saben quiénes son sin necesidad de producir catástrofes extrañas a su actividad. En cambio, las noticias que llegan del País Vasco parecen importadas de Chicago años treinta o de la Alemania nazi. Mucha singularidad histórica, pero estamos hartos de ver ese nacionalismo matón en películas extranjeras. Que aprendan de su hígado.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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