Portugal aplicará severas medidas contra los abusos de su policía

Los informes de Amnistía Internacional (Al) sobre los abusos de las fuerzas de seguridad portuguesas y la impresión de impunidad que rodea a los autores de estos delitos han precipitado el anuncio de una avalancha de medidas para erradicar la violencia policial. El Gobierno afirma que endurecerá severamente las penas para los autores de agresiones y torturas a los detenidos, reformará el Código Penal de forma que estos delitos puedan ser investigados de oficio (sin la actual obligación de que las víctimas presenten denuncia) y creara un grupo de inspectores que se ocupará de estos casos. En los últimos dos meses, tres jóvenes han resultado muertos en extraños episodios con las fuerzas de seguridad.Esta serie de medidas ha sido anunciada por el Gobierno del socialista Antonio Guterres después de que el secretario general de Amnistía Internacional se entrevistara la semana pasada en Lisboa con los ministros de Justicia e Interior lusos, a quienes informó de las graves denuncias que ha recibido sobre violaciones de los derechos humanos en Portugal, "una de las mayores preocupaciones de AI en Europa". El informe del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura de 1996 subraya que "una proporción significativa de personas interrogadas en Portugal afirma haber sido maltratada durante su detención en centros policíales", y concluye que estos excesos de las fuerzas de seguridad constituyen "un fenómeno relativamente habitual".

Precisamente ayer se supo que un joven de 21 años murió en las dependencias policiales de Évora durante la madrugada del domingo víctima de una "dolencia súbita", según informaron fuentes oficiales. Recientemente, un joven apareció ahogado en aguas del Tajo tras haber pasado por una comisaría de policía, y otro resultó muerto por disparos de un agente con orificios de entrada por la espalda. Hace más de seis meses que un detenido fue asesinado y decapitado tras su paso por otra comisaría sin que, hasta el momento, los organismos oficiales hayan ofrecido una iversión minimamente coherente.