Suiza admite la posibilidad de abrir a los trabajadores de la UE su frontera

Suiza ha admitido por primera vez la posibilidad de abrir sus fronteras a los ciudadanos de la Unión Europea. El consejo de ministros de Exteriores de la UE se felicitó ayer por el desbloqueo de las negociaciones para firmar un tratado de cooperación con Suiza, aunque aún quedan grandes incógnitas en aspectos básicos, como la confirmación de las condiciones para la libre circulación, el acuerdo agrícola y el transporte por carretera.Suiza ha aceptado llegar a la libre circulación en un periodo transitorio de 12 años desde que se firme el tratado. El problema principal es que el Ejecutivo suizo se reserva el derecho a derogar esta cláusula a los siete años de su entrada en vigor. España, que mantiene a más de 100.000 emigrantes en la Confederación Helvética, exige que el acuerdo sobre libre circulación sea definitivo o, como contrapartida, que la UE pueda derogar otros aspectos del acuerdo en caso de que Suiza lo modifique. España exige también que los ciudadanos de la Unión que ya residen en Suiza tengan todos los derechos de los nacionales helvéticos desde la fecha de entrada en vigor del tratado, y muy significativamente el derecho a la reagrupación familiar.

A pesar de que persisten grandes interrogantes, la iniciativa suiza -que aún no ha sido plasmada por escrito- ha sido considerada por los Quince como una excelente noticia que permite desbloquear el conjunto de las negociaciones. El tratado contempla acuerdos en cuatro grandes capítulos: libre circulación de personas, transporte por carretera, agricultura y contratos públicos. España exige compensaciones en materia de agricultura -muy particularmente en productos mediterráneos y en denominaciones de origen (DO)-por entender que le perjudican otros aspectos del futuro acuerdo, especialmente en materia de transportes por carretera y en contratos públicos.

Otros países plantean mayores problemas que España. Es el caso de Italia, Austria, Francia y Alemania, reticentes a las enormes cautelas que plantea Suiza en la negociación del capítulo de transportes por carretera.