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Reportaje:

La televisión, dueña del ocio europeo

Los canales se duplicaron y el mercado del vídeo creció un 200% desde 1988

La televisión y el vídeo han desbancado al cine convencional en la industria del entretenimiento en Europa. Y lo han hecho por goleada. La proliferación de cadenas y el auge de la televisión de pago han potenciado el cine en casa; mientras que el vídeo ha mejorado sus cifras de ventas respecto al alquiler. Sólo en los últimos años se ha notado una ligera recuperación del cine en algunos países, España entre ellos.

Los datos, recogidos en el Anuario Estadístico 1996 del Observatorio Europeo del Audiovisual -un centro de estudios puesto en marcha en 1992 por los 33 países miembros del Consejo de Europa y de la Comisión Europea- son elocuentes: entre 1981 y 1991 se redujeron las salas de cine en un 25,7%, aunque luego se produjo una ligera recuperación hasta 1994. Además, el número de entradas vendidas ha caído a casi la mitad. Por contra, la venta de cintas de vídeo, grabadas y vírgenes, ha experimentado un crecimiento del 227%.

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La implantación del mercado televisivo en Europa se ha acentuado con la proliferación de emisoras vivida en los últimos años. Entre 1989 y 1994 el número global de cadenas de cobertura nacional casi se duplicó, pasando de 47 a 88. Existen, además, 60 canales regionales y 1.141 estaciones locales.

La tendencia imparable al consumo de imágenes en la pequeña pantalla se observa sobre todo en los nuevos sistemas de recepción televisiva. Especialmente notable es el crecimiento de los servicios de televisión de pago. En 1994, en comparación con el año anterior, la suscripción a las cadenas de pago registró un aumento del 25%.

Cable y satélite

El cable también ha crecido. Entre 1988 y 1994, el porcentaje de abonados a este sistema -muy poco desarrollado aún en España- pasó del 11,4% al 21,6%, lo que representa 32 millones de hogares europeos conectados. Francia (25%) y Reino Unido (35%) están a la cabeza.En cuanto a las antenas parabólicas para la recepción de la televisión por satélite, el informe lo señala como un mercado en expansión, cuyos líderes son Alemania y los países del Benelux. No obstante, el anuario precisa que la información es menos fiable en este caso, tanto por los diferentes criterios seguidos en las estadísticas nacionales como por ciertas contradicciones entre las cifras aportadas por los dos grandes sistemas de satélites europeos, Eutelsat y Astra.

Por supuesto, los aparatos de televisión ocupan actualmente un lugar de privilegio en el 96% de los hogares europeos, frente al 92% en 1985. Otro dato relevante es que en 1986 se vendieron 15 millones de aparatos en color y ocho años después se alcanzaron los 20 millones.

Muy diferente es el retrato estadístico que ofrece el Observatorio Europeo sobre la industria cinematográfica. Una vez más las cifras son contundentes. Si en 1981 el ciudadano medio de la Unión Europea acudía a las salas de cine tres veces al año, en 1988 esa frecuencia descendió hasta 1,7%, remontando ligerísimamente (1,8%) en 1994, año de especial repunte en todos los indicadores relativos al cine.

Del mismo modo, el número de espectadores descendió de 1.004 millones en 1981 a 587 millones en 1992. Desde entonces y hasta 1994, se ha producido un aumento hasta llegar ese ano a los 675 millones, el mejor resultado desde 1986.

Este cambio de tendencia, de vuelta a la sala oscura y a la pantalla grande, ha sido particularmente destacado en Bélgica . Reino Unido, Austria, Italia, y Holanda.

Remontada española

En España, al igual que en la mayor parte de la Europa comunitaria, el cine ha sufrido oscilaciones. En sólo dos años, de 1986 a 1988, la audiencia cinematográfica pasó de 87 millones de espectadores a 69 millones . La remontada se produjo en 1992 (83 millones) hasta rozar los 90 millones de espectadores en los dos últimos años.Un caso significativo ha sido el de Francia, el país más proteccionista de su industria y el principal productor de películas de la UE, con una cuota del 22%, donde la asistencia a las salas ha sufrido un retroceso del 5%.

Sin embargo, a pesar de la recuperación apuntada en algunos países -España entre ellos- los datos del primer semestre de 1995 presagian, según el informe, una caída global en el número de espectadores del 6%.

Por otra parte, el número de largometrajes producidos en 1994 (519 películas incluyendo coproducciones) supone el nivel más bajo desde 1983. Tras Francia se sitúan en producción de largometrajes Italia, Reino Unido, Alemania y España.

En cuanto a las principales empresas audiovisuales, Europa queda muy por debajo de las grandes corporaciones de Estados Unidos y Japón. En la lista de las 50 primeras compañías por volumen de negocio en 1994, hay 21 europeas -con las alemanas ARD y Kirch, y la holandesa Polygraín entre las diez primeras-, entre ellas cuatro españolas: RTVE, Antena 3, Tele 5 y Canal +.

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