"Una deuda impagable"

Rosa Regás inició la presentación de Mario Vargas Llosa refiriéndose a él como "un viejo amigo". Al segundo, rectificó: "No viejo en edad, sino porque hace muchos años que nos conocernos". Luego, ambos corearon: "Nos sentimos jóvenes escritores que tenemos toda la vida por delante". Regás añadió que Carlos Barral se habría sentido orgulloso del esfuerzo latinoamericano de Alfaguara. Y Vargas Llosa se sumó inmediatamente: "Ahora que dejo Seix Barral es el momento de rendir homenaje a Carlos Barral. Yo y muchos autores de mi generación tenemos con él una deuda impagable. Poeta y editor, tuvo el buen sentido de saber lo que había que hacer para que España saliera del pozo y supo tender un puente al mundo latinoamericano. Fue una tarea muy difícil, pues la censura era muy estricta. Nadie puede imaginarlo hoy en la España libre y moderna".Vargas Llosa sabe en carne propia lo que fue la censura franquista: quiso prohibir la publicación de La ciudad y los perros. "Barral logró que los censores aceptaran negociar y puso en marcha todo tipo de estrategias que la censura fue admitiendo. Al cabo de un año, apareció el libro ¡con sólo ocho palabras eliminadas! Ocho palabras que Barral incorporó en la segunda edición, jugándose la multa

"Utilizando palabras borgianas, Carlos Barral nos inventó".