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Los primeros datos apuntan al triunfo del sí en el referéndum argelino para cambiar la Constitución

Juan Carlos Sanz

ENVIADO ESPECIAL Los primeros resultados parciales del referéndum constitucional argelino apuntaban anoche a una victoria del sí, según auguró la radio nacional, si bien no hubo datos oficiales al respecto. Los colegios electorales se habían cerrado a las ocho de la tarde sin que se hiciese pública ninguna proyección de voto, ni oficial ni privada, sobre el resultado del referéndum para la reforma de la Constitución. A las once de la noche, la radio indicaba que la participación en la consulta propuesta por el presidente Liamín Zerual había sido del 71,94% dos horas antes del cierre de los colegios. Sin embargo, la opositora Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), que había pedido el boicoteo del referéndum, reducía la participación a un 35% de los más de 16 millones de argelinos censados.

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Los informes oficiales parecen garantizar que la consulta batirá el récord que obtuvo hace un año Zerual cuando fue elegido jefe de Estado por sufragio universal, con una afluencia a las urnas del 75% y más de un 61 % de votos a su favor. Las impresiones de los observadores extranjeros en Argelia, empero, casaban mal con las cifras de participación oficiales. Las largas colas de votantes que en noviembre de 1995 auparon al general Zerual al rango de presidente democrático no fueron visibles ayer en Argel. La televisión pública entretenía anoche la espera de resultados con imágenes de filas de votantes dispuestos a ejercer su derecho al sufragio y vídeos de canciones patrióticas. Siempre con datos oficiales de participación, a las seis de la tarde parecía claro que los votantes de la capital (55%) y sobre todo los de Tizi Uzu (22,7%) en la Cabilia, habían retirado parte del apoyo que ofrecieron hace un año al régimen. Sin embargo, la masiva afluencia en las provincias argelinas, con cifras que superaban el 80% inclinaron la balanza del promedio nacional en contra de los abstencionistas.Los votantes no habían madrugado en el liceo Emir Aldebkader, en la baja alcazaba de Argel.

En este colegio electoral -con 15 mesas fijas y cuatro itinerantes- debía depositar su sufragio una buena parte de la población de la alcazaba, un reducto integrista en el corazón de la ciudad.

A las nueve de la mañana, una hora después del inicio de la jornada electoral para la reforma constitucional, la cuarta desde que Argelia alcanzó la independencia en 1962. Visiblemente enojada, una funcionaria daba gritos a los interventores del Emir Abdelkader para que entrasen en las aulas a cumplir su deber en lugar de tomar la fresca en el porche.

La voluntad del pueblo

El presidente Zerual fue mejor recibido. Rodeado de periodistas proclamó que aceptaría el resultado del referéndum, "cualquiera que sea", y que cumpliría "el compromiso de respetar la voluntad del pueblo".

¿Por qué ha organizado Zerual este referéndum? Sobre todo para reforzar su poder ante la celebración de elecciones legislativas la próxima primavera, las primeras que se convocarán en Argelia tras la suspensión de los comicios generales de 1991, en los que el Frente Islámico de Salvación (FIS) se destacó ampliamente en la primera vuelta.

La nueva Constitución no cuestiona el carácter del islam como religión de Estado, en un guiño a los partidos islamistas moderados que aceptan el juego democrático, como Hamás y Ennahda. Pero tras la liberal Carta Magna de 1989, Zerual busca ahora, según analistas de la prensa argelina, el poder arbitral de un monarca constitucional, amén de un férreo control del proceso institucional que se avecina, que teóricamente culminará dentro de un año con la celebración de comicios locales y departamentales. El presidente cuenta, además, con el privilegio de legislar por decreto y disolver el Parlamento.

Con la nueva Carta Magna en la mano, el jefe del Estado argelino se reserva el derecho de nombrar a un tercio de los miembros del Consejo de la Nación, una Cámara alta de nueva planta, que se completa con representantes cooptados entre los concejales y los cargos electos en las wilayas o departamentos. Este segundo cuerpo legislativo actúa con amplias prerrogativas como contrapeso de la Asamblea Popular Nacional, que si es elegida por sufragio universal.

La nueva Constitución también prohíbe los partidos que atenten contra "los valores y componentes fundamentales de la identidad nacional" y cita expresamente los que tengan una "base religiosa, lingüística, racial, de sexo, corporativista o regional". Por añadidura, veta todo recurso de los partidos "a la violencia o a la presión".

En medio del impresionante despliegue de las fuerzas de seguridad, en el que también participaron efectivos del Ejército en algunas zonas de Argel, la jornada de votaciones transcurrió sin incidentes que trascendieran a través de los medios de comunicación. Como comentaba un periodista argelino en la Casa de la Prensa, donde tienen su sede la mayoría de los diarios, "no siempre se puede saber lo que ha pasado". A su espalda, un aparcamiento ocupa el lugar de la redacción del periódico Le Soir, destruido por la explosión de una bomba en 1995.

Boicoteo bereber en la Cabilia

A los maestros bereberes del barrio de Boisis, en Tizi Uzu, la capital de la Cabilia argelina, siempre les toca estar en mesas electorales. Pero a las dos de la tarde no había ningún votante presente ante las cinco urnas distribuidas en las aulas de la escuela primaria Johya Jaled. "Había más gente el año pasado, je, je, je, cuando las presidenciales", explicaba un docente a punto de estallar en carcajadas. El índice de participación oscilaba entre el 6% y el 9%, según las mesas.A un centenar de kilómetros al este de Argel, a la distancia de una autopista jalonada por la barbarie de los degollamientos y los tiros por la espalda, los ciudadanos de Tizi Uzu paseaban apaciblemente por el mercado o charlaban aburridos en los cafés mientras volvían la espalda a las urnas. El director del colegio era el único profesor que se atrevió a reconocer que había depositado su papeleta.

Mohamed Ikarban, miembro del comité ejecutivo de la Agrupación para la Cultura y la Democracia (RCD) en Tizi Uzu, aseguraba que, tras el "éxito" de la huelga general del miércoles, los habitantes de la Cabilia se sumaron masivamente al boicoteo al referéndum constitucional defendido por el RCD. Con datos recopilados al mediodía, Ikarban destacaba que el índice de participación electoral se situaba en el 4,67% en la capital de la Cabilia, a las tres de la tarde, cuando la media nacional llegaba ya al 55%, según datos oficiales. "Sólo en las ciudades más militarizadas de la Cabilia la afluencia a las urnas ha superado el 15%", precisaba Ikarban, al tiempo que proclamaba que la abstención era ayer "el voto de la dernocracia". Los grupos armados islamistas también habían lanzado la consigna del boicoteo al referéndum, pero, según Ikarban, cuentan con escasa implantación entre la comunidad bereber.

El RCI), al defender el boicoteo, se ha opuesto frontalmente a la tesis mayoritaria de los partidos de la oposición, desde el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) al Frente Islámico de Salvación (FIS), que lanzaron un llamamiento a votar en contra de la reforma. A pesar de estar implantado casi exclusivamente en la Cabilia, el RCI) insiste en que es un partido nacional y multilingüístico, para librarse así de la prohibición que impone la nueva Constitución a las fuerzas políticas de una región o de otro idioma.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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