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FARMACOLOGÍA: SACIAR EL APETITO

Un fármaco adelgazante hace furor en EE UU

A pesar de que en EEUU hay grandes facilidades para que los gordos vivan, vistan y se relacionen sin problemas, muchos de los 58 millones de obesos darían lo que fuera por eliminar sus kilos sobrantes. Sin mencionar los problemas personales y sociales que provoca, la gordura cuesta 70.000 millones de dólares en gastos médicos. A eso hay que añadir los 33.000 millones que la gente se gasta en gimnasios y planes de adelgazamiento que en la mayor parte de los casos no funcionan. Por esas poderosas razones, Redux, una nueva medicina para adelgazar, causa furor en EEUU.En un fenómeno muy parecido a lo que hace dos años supuso el Prozac y el año pasado la melatonina, el producto-milagro de la temporada es Redux, "el descubrimiento más importante del siglo para perder peso", según asegura el médico Sheldon Levine en su libro La revolución Redux.El producto fue aprobado oficialmente en abril por la FDA, el organismo responsable de alimentación y medicamentos. Tres meses después se estaban procesando 85.000 recetas a la semana, según la revista Time.

Sin secretos

La base de Redux no es ningún secreto. Se trata de una combinación perfecionada de dos compuestos, fenfluramina y fertermina -conocidos y utilizados en Europa desde hace 10 años- que estimula la producción de serotonina en las neuronas. La serotonina es el neurotransmisor responsable de dar la sensación de que el organismo está saciado de comer, y además da confianza, hace sentirse bien, y eso es importante cuando se quiere perder peso.La dimensión económica de la operación es enorme. Si la progresión de ventas se mantiene como hasta ahora -incluso sin una campaña nacional de publicidad- los ingresos del laboratorio que comercializa Redux van a ser astronómicos. El coste diario de dos cápsulas de Redux es 2,40 dólares, unas 300 pesetas, y el tratamiento típico se extiende durante algunas semanas.

Como destacan los enemigos de Redux -se está preparando al menos un libro contra el producto- el adelgazante tiene varios efectos secundarios: transtomos digestivos, pesadillas, malhumor, cansancio. Además, Redux ha causado daños cerebrales en animales de laboratorio. En el organismo humano, los compuestos de Redux no han llegado a nada semejante, aunque según el New England Journal of Medicine podrían facilitar la aparición de hipertensión pulmonar primaria, la destrucción de vasos sanguíneos en los pulmones.

A pesar de los efectos y de las pruebas de laboratorio con animales, decenas de miles de norteamericanos están recurriendo a Redux, que en teoría debe tomarse bajo supervisión médica, por un tiempo limitado y combinado con una dieta y un programa de ejercicios físicos. El problema es la dificultad que hay para mantener la disciplina, tanto en la limitación temporal de la ingestión del producto como en llevar una vida más sana, desde el punto de vista de la alimentación y del ejercicio físico.

Redux tiene fanáticos a favor y en contra entre médicos y expertos -algunos de ellos testificaron en contra de que se concediera el permiso en las reuniones mantenidas por la FDA- pero los pacientes que lo han probado todo y que necesitan desesperadamente hacer algo con su peso lo reciben con los brazos abiertos y están dispuestos a correr riesgos. La obesidad es un factor clave de malestar personal y de marginación social y sus consecuencias en el organismo causan la muerte de 300.000 personas al año en EEUU.

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