I+D
Hay que aplaudir la iniciativa de esa empresa murciana que ha mejorado el rendimiento de sus trabajadoras a base de Nolotil. Eso es lo que se llama investigación más desarrollo. A los españoles nos sobra ingenio, pero nos faltan centros de investigación y políticas de personal. La prueba está en que cuando nos proporcionan medios enseguida se nos ocurre algo para competir en Europa. Un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, por ejemplo, acaba de inventar un producto para la conservación de los muertos., Se llama Complucad (¿Complutense + cadáver?) y va a revolucionar el sector funerario porque mantiene elásticos los tejidos de los difuntos durante un tiempo indefinidoHay que enviar urgentemente una partida de Complucad a la empresa murciana para que estudie las posibilidades de aplicar este compuesto al mundo laboral. De hecho, el problema del sector conservero es que a sus trabajadoras se les agarrotan los músculos después de 17 horas de envasar y rinden menos que las esclavas del sureste asiático. Quizá rociándolas con Complucad podríamos aminorar el desgaste de su aparato locomotor. Hay que verlo. Y hay que ver también qué pasaría si se administrara a trabajadoras fallecidas en acto de servicio. Es posible que este producto universitario español les permitiera continuar trabajando 48 o 72 horas después del óbito.
Lo del Nolotil está bien, pero es insuficiente. Los cadáveres tratados con Complucad, sin embargo, parece que hablan. Por fin podremos presumir ante Europa no ya de la calidad de nuestros espárragos, sino de la capacidad para vivir de las cosas muertas" ya sean ideas o cuerpos. Nunca nuestra Universidad ha estado tan viva ni nuestra empresa tan despierta.
Enhorabuena a todos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.