Aznar niega que tuviera un candidato para presidir la Sala Segunda del Supremo

José María Aznar negó ayer que el Partido Popular (PP) y el Gobierno tuvieran "candi dato propio" para la presidencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. En una entrevista concedida a Catalunya Ràdio, la emisora de la Generalitat, Aznar explicó que le parece "poco prudente" hablar de un candidato del PP que no ha ganado porque aceptar ese esquema supondría "que ha ganado un candidato socialista o de CiU". Y eso sería "profundamente negativo para el Tribunal Supremo", afirmó. El presidente consideró "una irresponsabilidad" que el PSOE "agite tensiones territoriales".

A la pregunta de si conocía la existencia de consultas acerca de esa elección entre el líder de CiU, Jordi Pujol, y la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, Aznar dijo: "Yo no intervengo en esas cuestiones", y agregó que al Gobierno le corresponde acatar las decisiones del poder judicial y lo hace "con mucho gusto". Añadió también que desea el mejor de los éxitos al elegido, "a ése y a otro cualquiera".Esta entrevista fue realizada en el palacio de La Moncloa la víspera del viaje de Aznar a Barcelona para asistir a la celebración del 225º aniversario de la fundación de la patronal catalana Fomento del Trabajo y a una cena de homenaje al duque de Suárez. A este homenaje debía asistir también Felipe González, que ayer delegó su presencia en Narcís Serra. Aznar puntualizó que este desplazamiento no tiene carácter de viaje oficial y lamentó que se mida el estado de las relaciones entre el Gobierno y CiU a través de elementos como la duración de una entrevista "o las efusiones físicas".

Sus relaciones con Pujol son fluidas, afirmó. "Hablamos habitualmente por teléfono. Nos vemos de vez en cuando. Hemos quedado para vemos en Navidad. Nos gusta tomarnos las cosas con tranquilidad, tener charlas largas, con tiempo por delante, y hablar con toda franqueza", explicó.

Aznar se mostró satisfecho del funcionamiento del pacto entre CiU y el PP. Así, justificó la existencia de algunas disfunciones, como las puestas en evidencia en la preparación de los Presupuestos Generales del Estado: "Hemos hecho un pacto político, no una brigada militar". Además de defender los acuerdos con CiU en política autonómica como "buenos para Cataluña y buenos para España", Aznar atacó a los socialistas por intentar romperlos.

A propósito de la carta abierta dirigida por el presidente de Castilla-La Mancha a Jordi Pujol, Aznar dijo que "hay quien se dedica a perturbar, a provocar sensaciones que no se corresponden con la realidad". Incluyó esa carta en el intento -"muy claro", dijo- de alterar los acuerdos entre el PP y CiU. "Está destinado absolutamente al fracaso". aseguró. Y ha habido también un intento "muy irresponsable de agitar tensiones territoriales o autonómicas". Este intento es tanto más irresponsable, en la medida en que "estaba promovido por personas que hasta hace poco tenían la responsabilidad de gobernar España".

El pacto reclamado por Felipe González sobre política autonómica "ya se pudo haber hecho, pero no se quiso hacer", según Aznar. De manera que las últimas ofertas, en su opinión, no son más que un intento de "poner arena en el motor de los acuerdos del PP con CiU".

Preguntado sobre la visita del Papa a Cuba, Aznar afirmó que la tarea del Papa es diferente, aludiendo a su actitud frente al régimen de Fidel Castro. Sin embargo, recordó la contribución del Papa a la caída de los regímenes comunistas afirmando que "fue una tarea trascendental y espero que sea tan trascendental en Cuba".