Tejero saldrá en libertad condicional en pocos días si el fiscal no se opone

El ex teniente coronel Antonio Tejero Molina, condenado a 30 años de cárcel por su participación en la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, saldrá en libertad condicional en pocos días si el fiscal militar no se opone. El juez castrense de vigilancia penitenciaria ha dictado un auto en el que reconoce cinco años y 57 días de redención de pena por trabajo para el único condenado del 23-F que sigue en prisión, con lo que éste habría cumplido ya las tres cuartas partes de la condena, lo que le permite salir en libertad condicional.

El abogado defensor de Tejero, José Luis Jerez Riesco, recibió ayer el auto dictado el martes por el juez castrense de vigilancia, cuyo contenido adelantó El Periódico de Catalunya. En su parte dispositiva, el auto determina "la concesión de 1882 días [cinco años y 57 días] de redención de pena" para el recluso.Tejero, de 64 años, lleva en prisión desde el 24 de febrero de 1981. En total, ha cumplido 15 años y nueve meses, aunque los tres últimos años y dos meses los ha pasado en régimen abierto.

Para obtener la libertad condicional, es necesario tener cumplidas tres cuartas partes de la pena, lo que en el caso de Tejero supone 22 años y seis meses. Como ya obtuvo casi dos años de redención por donaciones de sangre y estudios, los cinco años concedidos ahora le permiten acceder anticipadamente a la libertad.El fiscal dispone de cinco días para recurrir el auto ante la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo. Este plazo concluye el domingo o el lunes, en función de cuando recibiera el fiscal la correspondiente notificación.

En caso de que no se presente recurso, el auto será firme automáticamente, y de inmediato se realizará la correspondiente liquidación de condena por parte del director de la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid), que debe ser refrendada por la autoridad judicial.

Según las fuentes consultadas, dichos trámites son muy rápidos cuando está en juego la libertad de un recluso, por lo que Tejero podría obtener la libertad condicional a finales de la próxima semana. Por el contrario, un recurso del Fiscal paralizaría la excarcelación un mínimo de dos meses, hasta que se pronuncie el Supremo. En la jurisdicción militar, al contrario que en la ordinaria, el fiscal puede recibir instrucciones del ministro de Defensa, por lo que la decisión está en manos del ministro Eduardo Serra, a menos que éste opte por inhibirse. El Ministerio de Defensa no quiso ayer pronunciarse sobre la postura que adoptará el fiscal.

El abogado de Tejero calificó ayer la previsible excarcelación de su cliente de "indulto camuflado" y lo relacionó con la elección, el miércoles, del magistrado José Augusto de Vega como presidente de la Sala Segunda del Supremo, encargada de enjuiciar el caso GAL, que constituye, a su juicio, "un indulto camuflado para Felipe González".

Según Jerez, la decisión del juez no es producto de ninguna petición suya sino de aplicar, con notable retraso, una resolución del Tribunal Militar Central de septiembre de 1995, que declaró la compatibilidad de la redención de pena por trabajos penitencios con la derivada de las donaciones de sangre, lo que hasta entonces no se admitía.

Jerez aseguró que el Gobierno, tanto el del PSOE como el del PP, "no ha tenido el coraje de pronunciarse" sobre la petición de indulto para Tejero presentada el 13 de febrero de 1994 y ha recurrido a un auto de "ingeniería jurídica" para ponerlo en libertad. El pasado 23 de febrero, en plena campaña electoral, el todavía presidente Felipe González declaró que había llegado "el momento de hacer una reflexión y un indulto, probablemente," para Tejero.

Desde el 16 de septiembre de 1993, Tejero disfruta de régimen abierto, por lo que sólo está obligado a acudir a la prisión militar para pernoctar entre semana. La concesión del régimen abierto coincidió con la decisión del Consejo de Ministros de negarle el indulto, por no haber dado muestra alguna de estar arrepentido de su delito.

La probable excarcelación del hombre que dirigió a los guardias civiles que secuestraron al Congreso fue recibida ayer con indiferencia por los portavoces de los grupos. parlamentarios.