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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Rematar la faena

LA FRÁGIL paz en Bosnia requiere, para consolidarse, que las fuerzas bajo mando de la OTAN permanezcan aún por un tiempo sobre el terreno. Las heridas están abiertas y una retirada podría haber deshecho lo mucho logrado hasta ahora, al facilitar un nuevo enfrentamiento armado entre musulmanes, croatas y serbios. Pero empieza a ser conveniente, para Bosnia, para toda la zona y para los países que colaboran en este esfuerzo, que se empiece a diseñar una estrategia de salida de estas fuerzas de paz cuya presencia no debe- eternizarse, sino rematar una faena digna de elogio.El calendario fijado hace un año contemplaba una retirada total para el próximo 20 de diciembre. La necesidad lo ha desmentido, pero se ha esperado para ello a que quedaran atrás unas elecciones en EE UU en las que Clinton había prometido una retirada total de sus soldados. Entre prorrogar el mandato de la fuerza de implementación de los acuerdos de Dayton -60.000 hombres y mujeres- o darla por terminada, la OTAN ha optado por una vía intermedia:. reducirla a la mitad y con un, mandato más restringido que permita que las agencias civiles vayan ocupando el lugar de las fuerzas militares para. estabilizar Bospia. De ahí el nuevo nombre de fuerza de estabilización (Sfor).

La OTAN está ultimando el plan operativo de esta fuerza con el objetivo de limitar sus misiones a lo esencial para generar estabilidad, celebrar las aplazadas elecciones municipales e impedir una nueva guerra en Bosnia. Los participantes deberían establecer un plan lo más concreto posible de asunción gradual por las auto ridades y organizaciones civiles de las misiones ahora desempeñadas por la fuerza internacional. Es de esperar que ésta mantenga la capacidad de detener a criminales de guerra para llevarlos ante el Tribunal Internacional Penal en La Haya, y someterlos a juicio, como a Drazen Erdemovic, croata de 24 años, por su participación en la matanza de musulmanes en Srebrenica.

Junto al detalle del plan operativo de la Sfor, queda por decidir la duración del nuevo mandato, que no será inferior a un año. La continuación de la presencia estadounidense -8.500 soldados frente a los 20.000 previstos en su origen-, además de una indispensable aportación en logística e información, aumenta la credibilidad de la Sfor, en la que también participarán soldados alemanes bajo mando francés. En cuanto a España, seguirá desempeñando un papel de primera importancia, principalmente en la delicada zona de Mostar, lo que puede explicar que su destacamento sólo se vea en principio reducido de 1.600 a 1.200 integrantes.

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Uno de los ejes de los acuerdos de Dayton era el retorno de los refugiados expulsados o huidos de las limpiezas étnicas. De los dos millones largos, han regresado unos 250.000. Lo más difícil será la vuelta de los musulmanes a zonas que ahora forman parte de la Bosnia serbia. Por ello resulta harto discutible el acuerdo suscrito ayer por Bonn y Sarajevo para el paulatino regreso, voluntario o forzoso, de los 300.000 refugiados -en su mayoría musulmanes- que hay en Alemania.

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