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La mexicana Astrid Hadad trae un cabaré de "imaginación desbordada"

A Astrid Hadad le basta un escenario pequeño para desplegar todo un teatro visual y musical.Ella misma lleva encima el decorado, con unos trajes estrafalarios e imaginativos, que son el centro de su actuación. Lo suyo es un cabaré Me imaginación desbocada", corrosivo, divertido y con mucho sabor mexicano. Hadad actúa hoy y mañana en Madrid (sala Caracol) y el día 23 en Cáceres (Gran Teatro).

"Aquí me relacionan con Almodóvar, por la estética aparentemente kitch del espectáculo", dice, aunque no conoce al director manchego. "No pretendo ser kitch, sólo juego con ello".Sin quitarle importancia a la poderosa estética de su espectáculo, Astrid Hadad quiere que se la reconozca también como cantante. "Hace poco monté en México un espectáculo casi sobrio, cantando boleros. Casi, porque no puedo evitar salir con alguna de las mías".

Ex estudiante de ciencias políticas, teatro y ópera, su inconformismo y mordacidad la Hevaron a idear una síntesis a su medida. "Me interesa sobre todo el cabaré alemán de Kurt Weill y Bertolt Breclit, y lo he combinado con algo de las películas mexicanas de los años cuarenta- Un cine que veo con cierto distanciamiento irónico", añade.

El absurdo es uno de sus elementos principales de trabajo y el sarcasmo, otro de ellos. "En mi último espectáculo tengo una pieza que se llama La multimamada, en el que salgo con un traje con el pectoral lleno de tetas, como réplica de la diosa Isis. El tema es la madre patria, yo trabajo mucho con la historia de México y hay muchos que no se lo toman muy bien".

Sin hablar de censura, reconoce que los medios masivos, como la televisión de su país,son reacios a invitarla. "No les gusto a los de la televisión porque ellos creen que si eres cantante,sólo, debes cantar. No puedes ser creativo como yo, que actúo, canto, hago mis propios guiones y hasta mis trajes. Las cantantes tienen que ser tontas y guapas. La imaginación desbordada parece estar prohibida".

Ha creado un personaje inconfundible, pero Astrid Hadad dice no tener un estilo. "No me interesa buscar un estilo, estoy en esto por gusto", dice. "No tengo miedo a cambiar totalmente de registro. Yo no tengo filosofía -como decía Pessoa-, yo tengo sentidos".

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